Los compañeros de Félix Hernández celebraron
en Peoria la gran firma de las grandes ligas durante el receso de temporada
Normalmente no es algo bueno cuando tu mejor pítcher se ausente justo al arranque de los entrenamientos primaverales, pero no fue una situación normal para los Marineros ni su as, el venezolano Félix Hernández.
Mientras los lanzadores y receptores saltaban al terreno por primera vez en su complejo deportivo en Peoria, Arizona, Hernández se encontraba 1,100 millas al norte en el Safeco Field preparándose para firmar su nuevo contrato por siete años y $175 millones.
Y nadie estaba más contento por Hernández que sus propios compañeros.
«Simplemente te hace sentir feliz», dijo el torpedero veterano Brendan Ryan. «Es agradable cuando le suceden cosas buenas o grandes a personas de bien. Pasé más tiempo hablando de él en el clubhouse y de la forma en que sabe llegarle a sus compañeros más que nada. Es un tipo con los pies en la tierra. Un muchacho humilde. Se ha ganado esto. Es ‘El Rey’ y estamos muy felices por él».
Hombre franquicia
Los Marineros aprecian lo que Hernández ha hecho tanto por ellos como por la ciudad que lo ha acogido desde que firmó con Seattle desde Venezuela cuando apenas era un adolescente en 2002, y están entusiasmados por haberlo firmado mediante el contrato más grande para un lanzador en la historia de Grandes Ligas.
«Es impresionante», expresó el inicialista Justin Smoak. «Especialmente para un tipo como él. Antes que nada, se trata del mejor pitcher en la liga. Y ser la clase de compañero que es con todos nosotros esto es algo por lo que todos nos sentimos muy contentos».
Hernández se ha convertido en más que un lanzador estelar para los Marineros. Existe una razón bien sólida por la cual la franquicia firmó al derecho de 26 años de edad hasta por lo menos el 2019. Hernández ha sido un jugador leal al club, quien ha adoptado la ciudad como suya y reiterado en cada ocasión que se le pregunta que desea seguir siendo un Marinero.
«La organización lo seleccionó hace mucho tiempo, pero ahora estamos hablando de dos ocasiones en las que Félix ha preferido permanecer aquí, y ahora se quedará aquí por mucho tiempo», manifestó el mánager Eric Wedge. «Creo que eso habla bien de él y lo que Seattle y los Marineros significan para él.
Hernández se ha convertido en el rostro de la franquicia, un rostro usualmente acompañado de una sonrisa. El coach de pitcheo de los Marineros, Carl Willis, destacó que Hernández posee la habilidad única de ser extremadamente competitivo sin dejar de disfrutar del juego como lo hace un niño.
«Se divierte lanzando como lo haría un chico que juega en Pequeñas Ligas, o quizás en la preparatoria, y al mismo tiempo domina en la loma», explicó Willis. «Pero es un pitcher que estudia a la oposición más de lo que la gente pensaría. Es muy atento. No podrías pedirle más».
Jueves libre
De hecho, hay algunas cosas que los Marineros le pedirán a Hernández esta primavera. El venezolano se tomará el jueves libre antes de reunirse con el club el viernes, y tengan por seguro, a su regreso sus compañeros lo recibirán con los brazos abiertos… además de pedirle que comparta un poco de ese millonario salario que ahora tiene.
«Esperemos que sí lo haga», bromeó Ryan con una carcajada. «Espero que me invite a comer de vez en cuando».
Por su parte, Wedge es un timonel que se caracteriza siempre por su gran deseo de ganar y sabe que sin los resultados, Hernández no estaría en esta situación. Pero al mismo tiempo, Wedge destaca rápidamente que su as es más que sólo un brazo con talento.
«El muchacho está consciente de lo que significa para los Marineros y la comunidad de Seattle y sus alrededores», enfatizó Wedge. «Esto no sólo se trata de béisbol. Hay muchas cosas más involucradas. El tiempo que le dedica a la comunidad y a los Marineros es algo muy valioso para él. Creo que todas esas cosas son importantes si hablamos de lo que Félix Hernández significa para nosotros».
foto Seattle Mariners’ Felix Hernandez smiles during a news conference Wednesday//AP Photo/Elaine Thompson
Hernández revolucionó al beisbol con la firma de su megacontrato
AP / Elaine Thompson