Sánchez, que este lunes comenzó en Brasil su primera gira internacional tras recibir autorización oficial para salir de La Habana, fue recibida con gritos de protesta, dijo a la AFP el cineasta Dado Galvao.
Galvao es uno de los organizadores de la visita de Sánchez, y dirigió el documental sobre derechos humanos «Conexión Cuba Honduras» en que aparece Sánchez, y cuya exhibición fue impedida.
«Los ánimos estaban muy exaltados, y no fue posible la proyección (del documental)», dijo a la AFP.
Según el diario Folha de Sao Paulo, los manifestantes le gritaron a Sánchez «traidora» y lanzaron proclamas a favor de Cuba. Al mismo tiempo, pidieron debatir con la bloguera.
Pese al momento de tensión, Sánchez accedió a discutir largo rato con las personas que reclamaban el fin del embargo estadounidense en Cuba y el cierre de la cárcel de Guantánamo.
La bloguera cubana «nunca estuvo en peligro, y por el contrario aceptó debatir con los manifestantes», que se presentaron como miembros de la juventudes comunistas, indicó a la AFP el senador oficialista Eduardo Suplicy (Partido de los Trabajadores, PT, izquierda), uno de los invitados al acto.
Sánchez pudo viajar a Brasil tras una reforma migratoria impulsada por el gobierno de Raúl Castro que eliminó el permiso de salida y la carta de invitación exigidos por décadas a los cubanos.
La opositora del régimen cubano aterrizó en la ciudad de Recifé y luego viajó a Feira de Santana.