«Los votantes latinos, asiáticos y otros inmigrantes esperan acción en este tema prioritario. Lo queremos y lo queremos ya», indicó Sue Chinn, directora de la agrupación llamada Alianza por la Ciudadanía
n Luis Alonso Lugo / AP
WASHINGTON. Una coalición conformada recientemente por 25 organizaciones nacionales lanzó el martes una campaña publicitaria radial en español y movilizaciones en seis estados para presionar a los congresistas a que aprueben una reforma migratoria integral que ofrezca la opción de la naturalización a los 11 millones de inmigrantes sin papeles.
«La reforma migratoria ocurrirá este año y nuestra campaña trabajará de cerca con miembros de la cámara baja, el Senado y el presidente (Barack Obama) para asegurarse de que ocurra», dijo Sue Chinn, directora de la agrupación llamada Alianza por la Ciudadanía.
Chinn dijo a periodistas que la organización realizará eventos en los estados de Nueva York, Arizona, Nevada, Florida, Texas, Colorado y Nueva Jersey para expresar a los ocho senadores que actualmente trabajan en una propuesta bipartidista de reforma migratoria la necesidad de ofrecerles a los inmigrantes indocumentados una vía clara de naturalización.
Chinn agregó que la iniciativa incluirá también un autobús que llevará ese mensaje durante su recorrido por 80 ciudades en 19 estados, pero no especificó el destino ni las fechas del viaje.
«Los votantes latinos, asiáticos y otros inmigrantes esperan acción en este tema prioritario. Lo queremos y lo queremos ya», indicó.
Obama resultó relecto en noviembre para un segundo mandato de cuatro años con un apoyo mayoritario de votantes latinos y asiáticos.
Al pronunciar su discurso sobre el Estado de la Unión la semana pasada, el mandatario exhortó al Congreso a enviarle en los próximos meses un proyecto de ley de reforma migratoria que brinde a los inmigrantes sin documentos la opción a la naturalización y reduzca el tiempo que actualmente tardan muchos trámites migratorios.
La propuesta de los ocho senadores coincide mayormente con la presentada por Obama, pero la principal discrepancia entre ambos proyectos es que los senadores buscan condicionar la opción a la naturalización a mejorar la seguridad en la frontera y supervisar que los portadores de visas no excedan su estadía en territorio estadounidense.
Los ocho senadores esperan tener listo un proyecto de ley el 1 de marzo y la Casa Blanca ha dicho que si el Congreso no ha mostrado progreso sustancial en marzo, Obama presentará su propia iniciativa.
Obama conversó el martes con tres de los cuatro senadores republicanos que trabajan en la reforma migratoria: Marco Rubio, John McCain y Lindsay Graham. No conversó con Jeff Flake porque estaba de viaje, pero dijo que espera hacerlo próximamente.
Según anunció la Casa Blanca, Obama expresó a los republicanos confianza en sus negociaciones, pero explicó que está listo para presentar su propia propuesta de ser necesario.
Obama llamó a los senadores tres días después de que el diario USA Today reportara detalles de la propuesta migratoria de la Casa Blanca, que la presidencia ha descrito como un borrador y no como un documento final.
Rubio respondió el fin de semana que, de ser enviada, la propuesta de Obama «llegaría muerta al Congreso».
La posible reforma migratoria está en gran desventaja en la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos conservadores y en la que se ha mostrado menos interés por el tema, aunque seis representantes (tres de cada partido) trabajan en una propuesta y planean tenerla lista en los próximos días.
Mientras tanto, el Centro de los Derechos del Migrante y la facultad de Derecho de la American University emitieron el martes denuncias similares a un programa derivado del H-2, el H-2B, que capta extranjeros para trabajar en ferias y parques de atracciones itinerantes.
Ambas organizaciones exhortaron al Congreso a incluir en una reforma migratoria protecciones para los trabajadores con visa H-2B que denuncien abusos frecuentes, tales como tener que pagar para gestionar las visas, salarios y sobretiempo menores a los mínimos establecidos por el gobierno federal; ausencia de servicios médicos y legales, viviendas en mal estado y condiciones laborales peligrosas.
DESP**
Contra explotación laboral
Entre tanto, The Southern Poverty Law Center advirtió el martes que cualquier reforma migratoria debe abolir el programa actual de trabajadores temporales -conocido como H-2- porque permite la explotación de los trabajadores extranjeros debido a una deficiente supervisión gubernamental.
En su informe «Cercano a la Esclavitud: Programas de Trabajadores Invitados en Estados Unidos», la organización sin fines de lucro con sede en Montgomery, Alabama, dijo que los 106.000 extranjeros que ingresaron a Estados Unidos con el programa H-2 en 2011 «son explotados sistemáticamente» y están obligados a trabajar para el patrón que los trae.
«Si los trabajadores invitados se quejan de los abusos, enfrentan deportaciones, inclusión en listas negras u otras sanciones», señaló el reporte, que recomienda otorgar a los extranjeros participantes la posibilidad de cambiar de patrón, optar a la residencia permanente junto a sus familias y crear una comisión dedicada específicamente a supervisar sus derechos laborales. AP