La presencia del presidente Hugo Chávez en un hospital de Caracas disparó la moral de sus seguidores, eufóricos con el regreso, pero también revivió una cuestión polémica: sigue sin tomar posesión.
Si bien la información pública respecto a su estado no ha cambiado demasiado en relación a cuando estaba en La Habana: los venezolanos siguen sin verlo ni oírlo, sí ha comenzado a encender la discusión respecto a la juramentación. Hasta ahora, los sectores mayoritarios de la oposición no habían elevado demasiado la voz al respecto por reconocer que el presidente personalmente cuenta con la legitimidad democrática del voto mayoritario obtenido en las urnas.
Se lo impidió su salud: el 11 de diciembre pasó por su cuarta cirugía contra el cáncer, un procedimiento «duro y complejo» que duró 6 horas y durante el que sufrió una hemorragia; después padeció una infección respiratoria ya superada, siempre según el gobierno. Pese a no haber sido juramentado, Chávez continúa ostentando su condición de «presidente electo» con el aval del Tribunal Supremo de Justicia, según defiende el oficialismo.
La Sala Constitucional del TSJ dictaminó el 9 de enero que se le podrá tomar juramento cuando se recupere de la enfermedad al considerar el acto una mera formalidad para un «presidente reelecto» por el principio de continuidad administrativa. No señala fecha. Ahora bien, con Chávez en Caracas, hay sectores de la oposición que consideran que ya no rige tal aval ni la autorización para ausentarse aprobada por la mayoría progubernamental en la Asamblea Nacional (AN).
«Juramentación urgente»
La expresidenta de la Corte Suprema, Cecilia Sosa y el abogado constitucionalista José Vicente Haro, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), presentaron ante el TSJ una solicitud para que el alto tribunal juramente al presidente «con carácter de urgencia».
Haro le dijo a BBC Mundo que, con el regreso de Chávez, «cesaron las circunstancias con base en las que tanto la AN como la Sala Constitucional del TSJ habían diferido la juramentación». «Ahora corresponde regresar las cosas a su cauce. Pese a todas las críticas que hicimos a la decisión de la AN del 8 de enero y a la sentencia del TSJ del 9 de enero, vamos a exigir que se cumpla lo que dicen», explicó el jurista.
Según el letrado, la sentencia dice que «una vez cese la causa sobrevenida debe procederse a la juramentación». Estando el presidente aquí (…) entonces la Sala Plena debe juramentar al presidente previa certificación de que está habilitado», concluyó al tiempo que afirmó que si se constata que no está en condiciones «corresponde que el TSJ informe a la AN y ésta tome la decisión».
Según la Constitución, en ese caso la AN debería declarar la «falta absoluta» y convocar elecciones a celebrarse en 30 días.
¿En público?
Otro elemento para la polémica es si el chavismo podrá dar por juramentado al presidente en un acto privado. La fórmula de la toma de juramento no está regulada, con lo que no es obligatorio que se haga abierta al público.
Ahora bien, no hay precedentes recientes de que un presidente haya sido juramentado en un acto privado. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo secreto que privado y que lo que sí es exigible es cierto grado de transparencia.
El constitucionalista Gerardo Blyde, alcalde opositor de Baruta (Caracas) reconoció en Globovisión que sí puede darse una ceremonia de juramentación en privado siempre que haya testigos cualificados. «En casos extremos un presidente puede ser juramentado en privado ante quien dé fe pública (…). Nos guste o no, los magistrados del TSJ tienen la capacidad de dar fe pública», dijo.
«Debería ser ya», dijo el político, quien entiende que si se lo considera hábil para gobernar «también tiene que estar hábil para juramentarse».
BBC Mundo
Pero sigue latente una controversia constitucional: el nuevo mandato, obtenido en las elecciones del pasado 7 de octubre, comenzó el pasado 10 de enero cuando Chávez debió haber jurado su cargo para los próximos seis años. Y no lo ha hecho.