Todas las ideologías y manifiestos en búsqueda del ideal social para una sociedad justa son buenas, lo execrable son los medios utilizados por socialismo-marxista para justificar sus fines por ser contra-natura de derechos humanos con gobiernos tiránicos y subyugando el libre desenvolvimiento de la personalidad bajo el poder omnímodo del Estado
Cesáreo José Espinal Vásquez / cjev@cantv.net
El Socialismo en su concepto etimológico y en su fines y propósitos originarios ha tenido diversas interpretaciones y ejecutorias desde la democracia social de Pericles, 500 años aC ; los diálogos en la República de Platón, 400 años a.C. y Cristo en la cuestión social espiritual, “amaos los unos a los otros”.
Al transcurrir el tiempo entre monarquías y feudalismo, la revolución francesa burguesa, hasta llegar a la revolución industrial en el Siglo XVIII, en la que surge la natural protesta de artesanos y obreros al ser desplazados por las máquinas a vapor, en especial en las industrias textiles, nace la Liga de los Justos, sociedad clandestina integrada por obreros de Inglaterra y Alemania que reclamaban sus derechos a ser empleados, pero al ser perseguidos por el incipiente y voraz capitalismo, se refugian en Francia.
En los años de 1800, ante lo injusto de la relación capital y trabajo, se propugnan diversas ideas sobre la cuestión social tanto en el mundo cristiano con el Papa León XIII, con la Encíclica “Renun Novarum”, pero antes, en 1823 Robert Owen en Inglaterra, escribe “Una Nueva Visión de la Sociedad” y quien en la textilera de su suegro, modificó su organización dando sentido social a la relación patrono-obrero por conciencia, convicción y evolución en beneficio de los trabajadores aumentando el salario, disminuyendo las horas de trabajo, creando escuelas para sus hijos, implantando el descanso diario y semanal, etc-, llamado socialismo utópico.
Guillermo Wetling, dirigente de la Liga de los Justos solicitó de Marx y Engels la redacción del Manifiesto de los Justos y quienes al incorporarse a la Liga, redactaron no el Manifiesto de los Justos sino el Manifiesto Comunista (1848) secuestrando los principios básicos de lo Justo de convicción humanitaria para las conquistas de derechos de los trabajadores, sucumbiendo aquellas ideas de conciencia e imponiéndose la revolución permanente del socialismo-comunista.
Todas las ideologías y manifiestos en búsqueda del ideal social para una sociedad justa son buenas, lo execrable son los medios utilizados por socialismo-marxista para justificar sus fines por ser contra-natura de derechos humanos con gobiernos tiránicos y subyugando el libre desenvolvimiento de la personalidad bajo el poder omnímodo del Estado y el predominio absolutista del líder-presidente, obnubilante y mesiánico sostenido por adláteres salvaguardando sus propios intereses personales, defendiendo y obligando el culto a la personalidad del Jefe, quien autodefiniéndose: “Soy el Estado, Soy el gobierno, soy la revolución y soy el pueblo” y haciendo malabarismos entre democracia y socialismo, estableció una corriente populista imbuida en el fanatismo entre el neo-comunismo y el neo-fascismo: EL SOCIALYOMISMO.