El dirigente opositor venezolano Leopoldo López Mendoza aseguró hoy que dará la cara ante la Fiscalía por la imputación en su contra, sin temor, incluso, de ir preso en un caso que considera que está parcializado y que el Gobierno reabrió para «asfixiar» a la oposición.
«A pesar de que no reconocemos la equidad de la justicia venezolana, no dejaremos de asistir así sabiendo que estamos enfrentando unos verdugos», dijo López, inhabilitado políticamente en 2008 y hasta 2014, en un encuentro con la prensa extranjera.
La Fiscalía citó para este jueves a Mendoza en calidad de imputado por la comisión de «presuntas irregularidades» en dos donaciones que en 1998 hizo la gerencia de relaciones públicas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que entonces dirigía su madre, Antonietta Mendoza de López, para supuestamente fundar el partido opositor Primero Justicia (PJ).
Mendoza de López también fue llamada a declarar como imputada el próximo 7 de marzo. Por este mismo caso, la Contraloría decidió inhabilitar a López en 2008 sin que se celebrara un juicio ya que la institución no notificó a la Fiscalía que hubiera elementos que ameritaran abrir un procedimiento penal.
Para López, la reapertura del caso, que llevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y que falló a su favor en septiembre de 2011, se origina en una «orden directa y pública» que recientemente hizo el vicepresidente, Nicolás Maduro.
Advirtió que para el Gobierno «es muy importante que en la oposición no existan referentes que puedan organizar, movilizar», y tildó esa imputación como un «asesinato moral». «Esto no viene solo, viene con una voluntad clara de asfixiar, de buscar estrangular y aislar a la propia oposición», señaló López, estrecho colaborador con el excandidato presidencial Henrique Capriles.
El dirigente opositor, que se autodefinió como un «perseguido político», aseguró que no piensa irse del país ni esconderse como, a su entender, querría el Gobierno sino que va a dar la cara hasta el final pese a que este caso se enclave en un «Estado completamente manipulador de la justicia».
«Yo no tengo ningún temor de ir preso, si el Gobierno quiere meterme preso, que entienda que yo voy a asumir esa responsabilidad. Yo asumiré todas las consecuencias, pero que el Gobierno también asuma las consecuencias», apuntó López al indicar que el Ejecutivo quedaría «desnudo» ante su persecución a la disidencia del país.
«Esto es lo que hacía (el ahora expresidente peruano Alberto) Fujimori, los países del cono sur, en los países de Centroamérica, en Europa del Este, en Cuba, obviamente, es lo que se hace en países autoritarios», consideró. López, señaló, además, que ya ha hecho una notificación oficial a la CorteIDH sobre la apertura del juicio por el caso del que ya emitió sentencia el organismo internacional y que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano declaró «inejecutable».
«El Gobierno lleva diez años en la opinión pública con este caso, que sube o baja de volumen de acuerdo a lo que es su interés (…) El caso es la excusa, la imputación es el mecanismo, una anestesia para que nos mantengamos distraídos», manifestó López.
EFE