El gobierno venezolano dio muestras de unidad y desmintió rumores de desacuerdo con las Fuerzas Armadas ante la ausencia del presidente Hugo Chávez, enfermo de cáncer, durante la conmemoración este miércoles del 24º aniversario del «Caracazo», una revuelta popular que dejó cientos de muertos en 1989.
Miles de personas marcharon por las calles del oeste de Caracas, luciendo franelas con imágenes de Chávez y enviando mensajes de solidaridad al mandatario, en una manifestación que finalizó con un discurso del vicepresidente Nicolás Maduro, rodeado de una decena de jefes militares, varios funcionarios del gobierno y la hija mayor de Chávez, Rosa Virginia.
«Hoy el pueblo con la fuerza armada estamos más unidos que nunca, como un puño de la patria», dijo Maduro ante los seguidores que acudieron a esta manifestación, la primera desde que Chávez fue internado en el hospital militar de Caracas hace nueve días, tras pasar más de dos meses en Cuba recuperándose de su cuarta cirugía contra el cáncer.
«Que no vengan ahora con ‘cuenticos’ de que si estamos peleados (…), por donde nos busquen nos van a encontrar, al pueblo y a las Fuerzas Armadas», aseguró Maduro, quien la noche del viernes desmintió rumores en las redes sociales sobre «movimientos sospechosos» en Fuerte Tiuna, el mayor complejo militar de Caracas.
El vicepresidente exaltó la labor de los militares y aseguró que «más nunca sus armas serán para masacrar» al pueblo, sino para «defender la patria».
El «Caracazo» fue una revuelta popular ocurrida entre el 27 y 28 de febrero de 1989 en protesta por el alza del precio del transporte público tras un aumento del precio de la gasolina decretado por el gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979 y 1989-1993), durante la que unas 300 personas fueron asesinadas por acción de las fuerzas militares, usadas para controlar el orden público.
«No tengan duda que sabremos defender la obra hermosa del comandante Hugo Chávez Frías», dijo Maduro en el mitin, dirigiéndose a la oposición, a la que acusa de intentar dividir al chavismo y de difundir rumores sobre inestabilidad en las Fuerzas Armadas.
También Diosdado Cabello, presidente del Parlamento y exmilitar que participó en el fallido golpe de Estado liderado por Chávez en 1992, desmintió los rumores de divisiones en el oficialismo y aseguró: «El pueblo y la Fuerza Armada estamos unidos alrededor de un proyecto, de una causa, de un líder» como Chávez.
Tras anunciar la presencia de la hija mayor de Chávez, Maduro anunció la aprobación de recursos económicos para indemnizar a los familiares de las víctimas y dijo que el mandatario, «además de haber entregado su vida completa por la felicidad» de los venezolanos, «protege de manera directa» al entorno de las víctimas.
Por su parte, Cabello juramentó al final del acto a una «comisión de la verdad» para investigar y sancionar los crímenes de lesa humanidad, producto de la aplicación de políticas de terrorismo de Estado, cometidos desde el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en 1958, hasta la llegada al poder de Chávez, en 1999, un período que el gobierno conoce como IV República.
«Sabemos que van a hacer un trabajo para la historia, para hacer justicia verdadera, la justicia que los señores representantes de la IV República y sus derivados (la oposición) no les gusta que mencionemos», declaró Cabello, que aclaró que «la comisión indagará «más de 3.000» casos.
Los crímenes del «Caracazo» estarán también incluidos en las investigaciones.
«Hoy 27 de febrero es un día para recordar, el dolor y la pérdida de vidas humanas no se celebra!», escribió en Twitter el líder opositor Henrique Capriles, criticando la concentración.
En los últimos días, la oposición ha pedido reiteradamente que Chávez se muestre en público o renuncie, si no puede gobernar.
En la manifestación, sin embargo, los seguidores del mandatario se mostraron optimistas sobre su recuperación.
«Ellos quieren videos, pero si les muestras videos, entonces volverán en unos días a pedir que quieren verlo en persona», dijo a la AFP María Luisa Sánchez, una maestra de escuela de 52 años, que llevaba una franela con la inscripción: «Chávez corazón del pueblo».
Tras su operación en diciembre, los venezolanos sólo han visto a Chávez -que tiene dificultad para hablar debido a una traqueotomía- en cuatro fotos difundidas por el gobierno cuando aún se encontraba hospitalizado en Cuba.
El mandatario no pudo asistir a su toma de posesión en enero, tras su reelección en octubre, y la misma fue pospuesta por el Tribunal Supremo hasta que se recupere.
AFP