El jardinero venezolano declaró a los medios que siente un placer especial jugar con la camiseta nacional
Ismael Granadillo /Prensa CMB
El jardinero Carlos González piensa igual a sus compañeros en la Selección de Beisbol de Venezuela, que jugará en el tercer Clásico Mundial, con respecto a lo importante que es representar el país y a su gentilicio en una justa como la que Major League Baseball orquesta desde hace siete años. Sin embargo, el zuliano llevó ese pensamiento un poco más allá e hizo un paralelismo del llevar la casaca vinotinto con jugar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
“Estoy muy emocionado”, espetó el marabino después de la práctica de bateo previa al segundo de exhibición del combinado que dirige Luis Sojo. “Desde el primer día se sintió todo muy diferente a lo que he vivido antes. Sé que esta atmosfera se irá incrementando en Puerto Rico porque nos conseguiremos a más fanáticos. Eso es algo que extraño, porque ya tengo dos años que no juego en mi país y obviamente en los Estados Unidos no nos encontramos con algo así ya que el aficionado tiene una personalidad diferente”.
Sin embargo, lo que ha experimentado el marabino, reserva de los Rockies de Colorado y de las águilas del Zulia, ha superado cualquier expectativa que hubiese podido tener. “Había visto los Clásicos anteriores y más o menos sabía cómo se comportaba el aficionado con la Selección, pero ahora que estoy aquí todo es mucho más grande. Tengo muchas ganas de salir jugar”, dijo. “Repito, todo esto es diferente. El llegar y jugar en las Grandes Ligas es algo emocionante, porque es el mejor beisbol del mundo, pero nada se va a comparar a tener la oportunidad de representar a tu país. Yo diría que es algo muy similar a lo que se vive cuando juegas en Venezuela”.
Después de hablar acerca de su balance personal de la experiencia del CMB, González también analizó al equipo. “Creo que estamos a la altura de cualquier equipo”, enfatizó. “Debemos seguir ajustando algunas cositas, pero son cosas de juego. Estamos tratando de llegar en el mejor nivel de juego posible. Creo que la ventaja de jugar en un equipo como el de nosotros es que muchas cosas se te facilitan, porque no importa quién tienes adelante o atrás uno siempre va a tratar de hacer las cosas para contribuir, sea dando el batazo para traer carreras o embasándote para que el de atrás produzca”.
Asimismo, el patrullero señaló no sentir ansiedad o presión por la cercanía del comienzo de la justa mundialista, “La manera en la que yo tomo el juego es de día a día. Sé que ésta no será la última vez que lo haga (representar al país) o que consumiré un único turno aquí (en el Clásico Mundial) y por ello confío en que haré las cosas que debo hacer y que todo saldrá bien para nosotros”.
Un país hambriento de triunfos
La selección venezolana quiere ganar el Clásico Mundial de Beisbol para levantar el ánimo de un país que atraviesa un momento difícil tras la muerte del presidente Hugo Chávez.
El líder venezolano falleció el martes después de una larga batalla con el cáncer, sumiendo al país sudamericano en incertidumbre sobre su futuro político.
«Hemos hablado de lo importante que es ganar, sobre todo en estos momentos difíciles que estamos viviendo en nuestro país», señaló el jueves el manager de Venezuela, Luis Sojo, horas antes del debut contra República Dominicana en el Grupo C. «Estos muchachos quieren darle un triunfo a un país que está hambriento de triunfos».
Venezuela presenta una de las alineaciones más imponentes del torneo, con figuras de la talla de Miguel Cabrera, Pablo Sandoval y Carlos González.
Sojo sabe que en un torneo corto, con apenas tres partidos en la primera ronda, el favoritismo se tira por la borda y ningún plantel es inmune a sufrir una sorpresa. Por eso, destacó la química desarrollada por sus jugadores en la corta preparación de tres días que tuvieron juntos antes de su primer encuentro.
«Estos tres días de preparación sirvieron para que los peloteros hicieran su engrane como equipo. Hay mucha química con estos muchachos, es como si estuviesen jugando (juntos) desde hace muchos años», apuntó el dirigente. «El mensaje es mucha paciencia, mucho optimismo, mente positiva».