En la Ciudad Vieja de Jerusalén, la policía disparó granadas aturdidoras para dispersar a los feligreses que les arrojaban piedras y cócteles molotov tras las oraciones del viernes en el recinto de la mezquita de Al Aqsa
JERUSALÉN. La policía israelí y manifestantes palestinos se enfrentaron el viernes en la explanada de las mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén y en Cisjordania, en un aumento de la tensión en la zona a pocas semanas de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Los disturbios comenzaron tras el funeral en Cisjordania de un palestino que murió el jueves después de resultar herido de bala por soldados israelíes durante unos enfrentamientos hace dos semanas. Más de 5.000 personas acudieron a la ceremonia, al final de la cual unos 100 jóvenes lanzaron piedras a los soldados israelíes, que respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma, informó una portavoz militar.
En la Ciudad Vieja de Jerusalén, la policía disparó granadas aturdidoras para dispersar a los feligreses que les arrojaban piedras y cócteles molotov tras las oraciones del viernes en el recinto de la mezquita de Al Aqsa.
Decenas de antidisturbios entraron en la zona, políticamente muy sensible y uno de los lugares más sagrados del islam. Trabajadores médicos palestinos dijeron que unos 35 manifestantes resultaron heridos, aunque ninguno de gravedad. Además, varios policías resultaron heridos leves, informó un portavoz del cuerpo.
En la explanada, además de la mezquita de Al Aqsa se encuentra el templo de la Cúpula de la Roca, que marca el lugar desde el cual los musulmanes creen que el profeta Mahoma emprendió su viaje al cielo. Los judíos, por su parte, veneran el lugar como el emplazamiento del Templo bíblico, destruido por los romanos en el siglo I a.C.
• SITUACIÓN DE LOS
PALESTINOS PRESOS
Una escalada de violencia en Cisjordania en las últimas semanas ha generado preocupaciones en Israel de que pueda desatarse un nuevo levantamiento palestino.
La tensión va en aumento antes de una visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Jerusalén y Ramala a finales de mes y el posible reinicio de las conversaciones de paz, que están paralizadas desde 2010.
La violencia se ha centrado fundamentalmente en torno a la situación apremiante de los palestinos que permanecen detenidos en cárceles israelíes. Dos personas han muerto en los disturbios de los últimos días, según un responsable palestino.
Prediciendo que la visita de Obama no conseguirá resultados, el líder de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, pidió a su rival en Cisjordania, el presidente palestino Mahmud Abas, líder del movimiento laico Al Fatah, que opte por la reconciliación palestina por encima de unas negociaciones de paz con Israel.
«Como palestinos, árabes y musulmanes, no tenemos que tener esperanzas por esa visita y no debemos vender las ilusiones de nuestra gente», dijo a la multitud en los rezos del viernes en Gaza.
«Urjo (a Abas) a que no caiga en la trampa de la ilusión y no cierre la puerta a la reconciliación palestina».
Los palestinos buscan formar un estado en territorios capturados por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967. Las conversaciones de paz se estancaron debido a las objeciones palestinas al establecimiento de asentamientos por parte de Israel en las tierras ocupadas.
La mayor parte del mundo considera ilegales los asentamientos.
Israel ha llamado a retomar las conversaciones sin precondiciones.
Agencias