El Consejo Nacional Electoral (CNE) convocará este sábado a elecciones, muy probablemente en abril, para sustituir al fallecido presidente Hugo Chávez, lo que marca el inicio de la transición de un país bajo un régimen personalista durante 14 años.
A partir de las 3 y 30 de la tarde, el CNE anunciará el día de las elecciones, luego de que el viernes fue juramentado el heredero político de Chávez, Nicolás Maduro, 50 años, como «presidente encargado» tras el solemne funeral de Estado al que asistieron más de 30 jefes de Estado y de Gobierno.
En su primera decisión como presidente, Maduro, designado por el propio Chávez candidato del oficialismo, encargó a las autoridades electorales la convocatoria de elecciones «lo antes posible», a las que según la Constitución se deberá «proceder» en un plazo de 30 días tras la «falta absoluta» del mandatario.
El líder opositor Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda, de 40 años y quien perdió las elecciones de octubre en las que Chávez ganó para un tercer periodo de seis años, calificó de «espuria» la investidura de Maduro.
«Esa juramentación que se va a hacer ahora en las condiciones que la están planteando, esa es una juramentación espuria completamente (…). Nicolás a tí no te eligieron presidente, el pueblo no votó por tí, ¡chico!», manifestó en rueda de prensa Capriles, poco antes de la juramentación de Maduro.
Capriles considera «un fraude constitucional» la juramentación hecha por ante la Asamblea Nacional, en una sesión boicoteada por la oposición, al señalar que viola normas de la Constitución pues no puede ser presidente y candidato a la vez.
El líder de una oposición que vuelve a mostrar signos de división, dijo que anunciará en breve sobre cómo procederá.
En su juramentación, Maduro dijo que sería un «grave error» si la oposición boicoteara las elecciones, tras señalar que tenía información de que esto podría ocurrir.
En 2005 la oposición boicoteó las elecciones legislativas y Chávez obtuvo todas las bancas de la Asamblea Nacional.
Hace tres semanas, la encuestadora venezolana Hinterlaces estimó que Maduro derrotaría a Capriles por 14 puntos en una eventual elección presidencial.
«Es verdad que esta es una pelea difícil de arranque, pero siempre será mejor una derrota batallando que una retirada interesada»,estimó el analista Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis.
Chavismo, con Maduro
Maduro, un ex conductor de autobús y ex sindicalista, que llegó a presidente de la Asamblea Nacional y ministro de Exteriores, antes de ser nombrado vicepresidente en 2012, tendría el monumental reto de llenar el vacío que deja un líder carismático y omnipresente, de este país de 29 millones de habitantes con las mayores reservas petroleras del mundo.
Chávez murió el martes a los 58 años tras 20 meses de batalla contra una «extraña enfermedad», según Maduro, cuando pretendía profundizar aún más su modelo socialista que benefició a los más pobres -que eran 49.4% antes de que llegara al poder hace 14 años y hoy son 28% según la CEPAL-, aunque irritó a los grandes empresarios privados con la nacionalización de los sectores económicos claves y sus medidas intervencionistas.
«El próximo presidente tendrá enormes desafíos: lograr la respetabilidad sobre la población pobre, que cree ciegamente en Chávez; en un país dividido, porque Venezuela no es un país, son dos países; y tener el control de PDVSA -el gigante petrolero-. Ese personaje no lo vemos… acaba de morir un caudillo tradicional», dijo a la AFP el analista Agustín Blanco, catedrático de la Universidad Central de Venezuela.
Al ser juramentado, en un emotivo discurso de más de una hora, en el que se le quebró la voz, Maduro prometió seguir el legado y las órdenes de Chávez, ante cuyo féretro, en capilla ardiente en la Academia Militar, hizo poco después otra simbólica juramentación.
«Esta banda de mi comandante, esta presidencia… Perdonen estas lágrimas, pero esta banda es de Hugo Chávez», expresó en su discurso.
Su segunda decisión como presidente interino, tras el pedido de convocatoria a elecciones, fue el nombramiento como vicepresidente del yerno de de Chávez, Jorge Arreaza, hasta ahora ministro de Ciencia y Tecnología, un joven con una muy corta trayectoria política.
Maduro, quien desde que asumió hace tres meses las riendas del país en la agonía de Chávez ha ido adoptando cada vez más el tono «antiimperalista» del líder, dice cumplir de cabo a rabo todas las órdenes del presidente.
«Chávez seguirá siendo Chávez por siempre y para siempre, El nos dejó una tarea que Maduro siguiera su legado. El chavismo sigue, es una ideología ya. Ahora no vamos a seguir un ‘madurismo’, es el chavismo que continúa en Maduro», dijo a la AFP Omaira Salazar, de 64 años, mientras hace fila en la Academia Militar.
Procesión chavista
Mientras tanto, en los alrededores de la Academia Militar, continúa este sábado el desfile de miles de seguidores que han esperado horas y hasta días por pasar unos instantes frente al féretro.
Ante el mar humano, el ataúd permanecerá en capilla ardiente durante la próxima semana, y luego se permanecerán embalsamados en el viejo fuerte donde lanzó su fallido golpe de Estado el 4 de febrero de 1992, considerado la chispa de su «revolución bolivariana».
Casi todos los presidentes de América Latin, asistieron el viernes al funeral de Estado, desde sus más cercanos como Raúl Castro de Cuba y Rafael Correo de Ecuador, hasta los menos afines como el chileno Sebastián Piñera y el colombiano Juan Manuel Santos, a quien reservó elogios públicos.
En primera fila estuvieron también dos adversarios de Washington, el líder iraní Mahmoud Ahmadinejad y el bielorruso Alexander Lukashenko.