Las políticas de Estado sobre inclusión femenina durante el Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, fueron destacadas en la XLVII Sesión Anual de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Organización de Naciones Unidad (ONU-Mujeres), que se lleva a cabo en Nueva York, Estados Unidos.
Chávez fue un declarado “feminista de convicción, acompañó a las mujeres de nuestro país y del mundo en sus justas aspiraciones, y siempre sostuvo que no puede haber revolución sin la participación de ellas”, expresó el embajador venezolano ante la ONU, Jorge Valero, citó Telesur.
El diplomático venezolano señaló que el líder de la Revolución Bolivariana avanzó en la consecución de logros irrefutables para el “pleno disfrute de los derechos humanos y la dignidad de la mujer”.
Precisó que la Constitución de 1999 estableció garantías y derechos para las mujeres y su reconocimiento como sujeto histórico-social dentro del marco jurídico venezolano. “Chávez estaba convencido de que la igualdad de género es parte indispensable de las transformaciones democráticas conducentes a la construcción de una sociedad realmente justa y humana”, indicó Valero.
Destacó los esfuerzos de Chávez en la lucha contra la pobreza y por la erradicación de todas las formas de violencia contra la mujer, mediante políticas públicas, planes y programas con perspectiva de género, como el Ministerio para la Mujer y la Igualdad de Género, el Instituto Nacional de la Mujer, el Banco de Desarrollo de la Mujer, la Misión Madres del Barrio, la Defensoría para los Derechos de la Mujer y el Observatorio de Equidad de Género.
Detalló que actualmente, 48% de los cargos públicos en Venezuela es ocupado por mujeres, así como tres de los cinco poderes públicos. «Mujeres, mujeres, mujeres! Ay, mujeres de la vida mía, mujeres de la patria mía! Las amo infinito y les pertenezco todo», escribió el 8 de marzo de 2012 el presidente Chávez, en el Día de la Mujer.
Tres años antes, en 2009, el líder de la Revolución Bolivariana escribió: «La mujer nos es muy superior (al hombre). Dios la ha dotado de gran perspicacia y sensibilidad y ha puesto en su corazón fibras delicadísimas, cuerdas muy sensibles a todo lo noble y elevado. El patriotismo, la admiración, el amor hacen vibrar esas cuerdas y de allí resulta la caridad, la abnegación y el sacrificio».
AVN