BAGDAD. Varios atentados cuidadosamente planeados, con coches bomba y atacantes disfrazados de policías, tuvieron como blanco el Ministerio de Justicia de Irak, donde dejaron el jueves al menos 24 muertos y cientos de personas atrincheradas y aterrorizadas en sus oficinas.
La extensa y compleja operación en el corazón de Bagdad ocurrió a menos de una semana del 10mo aniversario de la invasión de Estados Unidos a Irak, y mostró lo vulnerable que sigue siendo este país a los ataques insurgentes.
Los enfrentamientos duraron casi una hora y terminaron cuando la policía irrumpió en el edificio de cuatro pisos después de que algunos hombres detonaron los chalecos con explosivos que portaban, de acuerdo con la policía y testigos. Ninguno de los atacantes sobrevivió.
«Fue la hora más larga de mi vida», dijo Asmaa Abbas, quien se resguardó junto con sus colegas en sus oficinas en el tercer piso, mientras los agresores se enfrentaban con la policía afuera.
Hasta el momento nadie se ha responsabilizado de los ataques, pero tienen los rasgos distintivos del brazo armado de la red terrorista al-Qaida en Irak. El grupo, conocido como Estado Islámico de Irak, frecuentemente utiliza coches bomba, atacantes suicidas y detonaciones coordinadas en un esfuerzo por minar la confianza de los iraquíes en el gobierno encabezado por chiítas.
El ataque comenzó poco después de mediodía en el área Allawi de Bagdad, un distrito primordialmente comercial donde también están el Museo Nacional Iraquí y la principal estación de autobuses de la capital.
Al menos dos explosiones, incluyendo la de un coche bomba y otra que al parecer fue provocada por un atacante suicida, ocurrieron cerca del Ministerio de Justicia.
Otros dos automóviles cargados con explosivos detonaron cerca y la policía cree que fue para confundir a las autoridades. Hubo otra detonación cerca de la estación de autobuses y otra en las oficinas de una fuerza de seguridad especial que ofrece servicios de guardaespaldas a legisladores, ministros y otros altos funcionarios del gobierno.
En medio del caos, aproximadamente seis hombres armados vestidos de policías comenzaron a disparar dentro del ministerio, de acuerdo con un agente que estuvo ahí. De inmediato comenzó una balacera entre los intrusos y las fuerzas de seguridad.
Después de casi una hora, las autoridades ingresaron al edificio y algunos de los atacantes detonaron los explosivos que traían consigo. Había más de 1.000 personas en el edificio al momento del ataque, dijo el viceministro de Justicia Busho Ibrahim.
AP