El expresidente de Argentina, Néstor Kirchner, fallecido en octubre de 2010, llegó a calificar a Jorge Mario Bergoglio de «jefe espiritual de la oposición política».
El distanciamiento comenzó un año después de la llegada de Néstor Kirchner al poder en 2003. En una de sus homilías, Bergoglio cuestionó «el exhibicionismo y los anuncios estridentes de los gobernantes», en un mensaje que, sin citarlo, parecía dirigido al entonces presidente.
En 2005, Kirchner anunció que no acudiría al tedeum que cada 25 de mayo se celebra en la Catedral de Buenos Aires con motivo de la conmemoración del Primer Gobierno patrio del país. Meses después, el portavoz de Bergoglio anunciaba que «no hay relación de la Iglesia con el Gobierno».
Desde entonces, las relaciones no hicieron sino empeorar, agravadas por el recelo del Kirchner, quien consideraba que Bergoglio estaba articulando un proyecto de oposición.
«Nuestro Dios es de todos, pero cuidado que el diablo también llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotanas», llegó a declarar el exmandatario.
BBC