WASHINGTON, 17 Mar 2013 (AFP) – ¿Para diseñar mapas o para espiar? Los drones civiles, que podrán volar por los cielos de Estados Unidos desde 2015, poseen miles de aplicaciones que plantean numerosas interrogantes sobre las fronteras de la vida privada y la posible congestión del espacio aéreo.
Monitorear el avance de un incendio, localizar a un criminal o a una persona perdida, cartografiar terrenos de difícil acceso: los drones son «teléfonos inteligentes voladores» y sus «posibilidades son infinitas», dijo Ryan Calo, del Centro de Internet y Sociedad (CIS) de la Universidad de Stanford, en California (oeste).
Asociados por la opinión pública a las guerras, los drones, con sus aplicaciones no militares, «salvan tiempo, dinero y sobre todo vidas», subrayan los fabricantes de estos aviones no tripulados reunidos en la organización estadounidense AUSVI.
La llegada masiva de estos aviones a Estados Unidos supondrá la creación de 100.000 empleos para 2025 y la inyección de miles de millones de dólares a la economía, prometen los fabricantes.
«Estados Unidos tiene el potencial de convertirse en el primer mercado mundial, principalmente en la agricultura, donde los profesionales ya están acostumbrados a trabajar con instrumentos de alta tecnología», dijo a la AFP Baptiste Tripard, de senseFly, un fabricante de drones suizo, filial de la francesa Parrot.
Pero el problema es que estos aviones también son capaces de interceptar mensajes en las redes inalámbricas de internet, controlar simultáneamente a 65 personas o identificar la marca de un envase de leche a más de 18.000 metros de distancia, advierte la organización de defensa de los derechos en internet Electronic Frontier Foundation (EFF).
Las aduanas estadounidenses ya los utilizan para vigilar las fronteras, pero estos drones, equipados con cámaras infrarrojas y radares, hacen también las veces de policía local.
«Sociedad de la vigilancia»
En cinco años, más de 7.000 pequeños drones, menos pesados y más baratos que los helicópteros o los satélites, surcarán los cielos de Estados Unidos, según estimaciones de la Agencia Federal de Aviación (FAA).
El Congreso estadounidense decidió que el espacio aéreo del país esté abierto para octubre de 2015 a estos objetos voladores sin piloto, que se probarán en seis lugares elegidos antes de fin de este año año por la FAA.
Estos ensayos ayudarán a las autoridades a aumentar las pocas regulaciones que existen sobre el tema. Actualmente estos aviones pueden volar en cuentagotas para cumplir con misiones vinculadas a servicios públicos (bomberos, aduanas, etc.) o de recreación, e incluso los aviones más pequeños deben poder ser distinguidos a simple vista.
«Se deben establecer reglas para que podamos aprovechar estas nuevas tecnologías sin que se conviertan en una sociedad de la vigilancia», sostiene la asociación de defensa de las libertades privadas Aclu.
Treinta estados ya trabajan en leyes para limitar el uso de drones, celebra Aclu, que milita para que los estados impongan mandatos judiciales, prohíban la publicación de imágenes e impidan que los drones se equipen con armas no letales (gases lacrimógenos, balas de goma, etc.).
Resta saber todavía si los cielos estadounidenses se llenarán de objetos voladores. La FAA admite la necesidad de «reglas» y promete estudiar el asunto, pero en el futuro.
AFP