El diputado de la Unidad, Julio Borges aseguró que durante desde la puesta en marcha de la Gran Misión Vivienda
Venezuela, el Gobierno ha mantenido su producción formal en, alrededor de 100.000 viviendas por año, cifra que, el mismo Gobierno, prevé mantener en el año en curso, por lo que calificó de mentira la promesa que hiciera Maduro de entregar 380.000 casas durante 2013.
Para Borges, esta política errada conduce a la proliferación descontrolada de los barrios informales sin atender sus necesidades estructurales de accesibilidad adecuada, estabilización de los terrenos, equipamiento y dotación de servicios: de poco sirve mejorar la vivienda si el medio urbano sigue siendo de baja calidad e incluso inestable geológicamente. “En esas condiciones viven actualmente 60% de los venezolanos, una cifra inaceptable cuando el promedio en América Latina, ya indeseable, es de 30%”, dijo.
El representante de la Unidad puntualizó que se engaña a la población cuando se inflan las cifras de las viviendas realmente producidas, generando ilusiones y expectativas exageradas en quienes aún no se han beneficiado de esos programas (y tal vez nunca se beneficiarán), mientras se elude el problema fundamental, que es atender los
problemas estructurales de los barrios informales (precaria accesibilidad, inseguridad, inestabilidad de los terrenos,
densificación excesiva y déficit de equipamientos y servicios) los cuales deben ir acompañados de los vitales programas preventivos de habilitación de tierras urbanizadas, ignorados dentro de la gestión habitacional de este gobierno.
“Es evidente que durante la gestión de Maduro, si es que lograra triunfar el 14 de abril, seguirían en sus cargos los mismos funcionarios que en los últimos dos años han sido incapaces de cumplir con las metas que ellos mismo se fijaron y que desdeñan atender el principal problema de nuestras ciudades: el de las barriadas populares», concluyó.