Sin que sea una sorpresa para nadie, tomando en cuenta su trayectoria en el beisbol amateur internacional, Holanda registró una gran participación en el Clásico Mundial de Beisbol
John Schlegel
mlb.com
Después de jugar prácticamente por todo el globo y llegar a un paso de la final del Clásico Mundial, Holanda vio frustrado su sueño de coronarse campeón del evento. Sin embargo, la selección holandesa sí le hizo saber a todos que son una entidad formidable en el beisbol internacional.
De hecho, se puede decir que este «proyecto» empezó en el 2006, cuando Shairon Martis lanzó lo que ha sido hasta ahora el único sin hit ni carrera en la historia del Clásico. Continuó en el 2009, cuando Holanda derrotó dos veces y eliminó a la República Dominicana, antes de que los quisqueyanos se vengaran el lunes con un triunfo por 4-1 en la segunda semifinal del torneo en el AT&T Park.
Para el mánager de la selección holandesa, Hensley Meulens, sus pupilos enviaron un mensaje claro al resto del mundo.
«Le hemos demostrado a la gente que hemos llegado a este escenario y que vamos a seguir mejorando», dijo Meulens, coach de bateo de los campeones Gigantes de San Francisco en Grandes Ligas.
Meulens, el primer ligamayorista nacido en Curazao, afirma que la mezcla de jugadores aficionados del mismo país de Holanda y los profesionales oriundos de las islas caribeñas del Reino hace especial a la selección.
«Creo que como reino, probablemente seamos uno de los únicos países con la opción de seleccionar a peloteros de diferentes islas, además de la (Madre Patria) para construir nuestro equipo», dijo el capataz. «Decidimos hace mucho tiempo que nuestro equipo más fuerte sería una mezcla de muchachos de los diferentes países, en vez de sólo Curazao o Aruba o Holanda.
«Por eso llegamos aquí», continuó. «Tenemos una mayoría de los lanzadores que son holandeses, nacidos y criados en Holanda. Hay par de pitchers que son de las islas, pero todos tenemos pasaporte holandés. Todos somos holandeses”.
Roger Bernadina, jardinero de 28 años de edad, oriundo de Curazao y uno de los jugadores de la selección con experiencia de Grandes Ligas (Nacionales), atribuyó el éxito de Holanda a su cuerpo monticular, un grupo con poca experiencia profesional.
«Tengo que darle mucho crédito a nuestros pitchers», dijo Bernadina. «Los otros equipos no tenían muchos datos sobre nosotros, así que mucho hicimos al seguir batallando y no darnos por vencidos”.
Así llegó tan lejos Holanda. «Con este grupo, fue excelente el carisma y las cosas funcionaron bien en este torneo», agregó Bernadina. «Este fue el momento indicado para nosotros. Aquí (en la semifinal vs. Dominicana), se nos fue el juego, pero mucha gente no esperaab que llegáramos hasta aquí”.
Desde Taiwán en la primera ronda hasta Tokio en la segunda, Holanda dio de qué hablar en este Clásico. Eliminó de manera dramática a Cuba en Japón, antes de ir a Arizona para dos juegos de exhibición y finalmente San Francisco para la semifinal.
Para el futuro, el Reino de los Países Bajos será un equipo a seguir en torneos internacionales-sin ninguna sorpresa.
«Definitivamente quisiera ver si podemos tomar el próximo paso», dijo Bernadina. «Ya quiero ver el próximo. Si podemos hacer las mismas cosas que hicimos esta vez, creo que podremos llegar bastante lejos”.
Triunfo caribeño
La final del tercer Clásico Mundial de Beisbol dejó como protagonistas a los eternos rivales de la pelota caribeña, los mismos rivales de la Serie del Caribe, los equipos de República Dominicana y Puerto Rico. Eso significa, además, que el deporte pasatiempo nacional de ambos países, ya es el gran triunfador.
«Aquí no importa quién gane. Sea Puerto Rico o República Dominicana, el título se queda en el Caribe», declaró Tony Peña -dirigente de la novena dominicana- al concluir el juego de semifinal que su equipo ganó por 4-1 frente a Holanda. «Ellos (Puerto Rico) se han fajado al igual que nosotros. Respetamos a todos los rivales».
La presencia de República Dominicana en la final -a la que llega invicta-, era algo que se esperaba. No así de Puerto Rico, escuadra que sufrió bajas importantes antes que diese comienzo el torneo.
«La realidad es que ahora llegamos a la final. Ambos equipos conocemos tanto las virtudes como los defectos y, por lo tanto, cualquier cosa puede suceder», declaró Edwin Rodríguez, piloto de Puerto Rico.
Puerto Rico encontró en el receptor Yadier Molina (de los Cardenales de San Luis) y en el jardinero Ángel Pagán (de los Gigantes de San Francisco), a dos líderes excepcionales dentro de su novena.
Pagán -que el pasado otoño saboreó su primer título de Serie Mundial-, aseguró que llevar puesto el uniforme de su país es algo muy especial y único.
«Son sensaciones diferentes, pero muy buenas todas. Por eso lucharemos más que nunca por el título», subrayó Pagán. «Lo mejor que me ha pasado ha sido ganar la Serie Mundial. Ahora tenemos la responsabilidad de darle otro gran triunfo a Puerto Rico, que lo necesita para levantar al beisbol de nuestro país».
«Quiero ser el pelotero que los muchachos sigan, como lo hice yo con Roberto Alomar y Bernie Williams», destacó Pagán. «Eran la clase de jugadores que me hicieron lo que soy hoy».