El coordinador de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Unidad, Luis Izquiel informó que el último informe de Desarrollo Humano del PNUD ratifica que, producto de las políticas erradas que se han aplicado en los últimos años, Venezuela se encuentra hoy entre los deshonrosos primeros lugares de violencia del mundo; conclusión que el dirigente de la Unidad calificó como una muestra de que el Gobierno se muestra incapaz de garantizar la vida y los bienes de los venezolanos.
«La tasa de 45,1 homicidios por cada 100.000 habitantes nos ubica como el quinto país del mundo en asesinatos, solo detrás de Honduras y El Salvador, Jamaica y Costa de Marfil. Lo más preocupante es que el estudio del PNUD se hizo con data del 2011. Si consideramos el índice de 56 homicidios/100.000 habitantes, reconocido por Nicolás Maduro el pasado 28 de febrero ante la Asamblea Nacional, tenemos que Venezuela es hoy la segunda nación con mayor criminalidad en el orbe. Sin mencionar que ONG’s como el Observatorio Venezolano de Violencia han indicado que, tomando en consideración los 21.600 homicidios ocurridos en 2012, tendríamos una tasa de 73 asesinatos/ 100.000 habitantes», indicó.
Asimismo, Izquiel puntualizó que el informe del PNUD confirma que el grueso de la población venezolana se muestra temerosa en relación a la criminalidad que reina en el país.»El 69% de los ciudadanos señala una alta percepción de inseguridad. Nuestro pueblo vive bajo un toque de queda decretado por la delincuencia, ante la incapacidad del Gobierno. Los ciudadanos ha tenido que cambiar sus rutinas diarias, tratando de no salir de noche y absteniéndose de visitar algunos sitios de la ciudad o localidad donde residen. Esto se traduce en una clara disminución de la calidad de vida de los venezolanos», dijo.
Apuntó también, que el citado estudio refleja algunas de las consecuencias que sufre un país por tener tasas de delincuencia tan altas, como el debilitamiento de la confianza de los ciudadanos en el futuro, reducción de la competitividad de las industrias, daño en el clima de inversiones, fuga de cerebros y desviación de recursos para la inversión social, indicativos que, a su juicio, demuestran que la inseguridad ciudadana que padece Venezuela está disminuyendo la posibilidad de desarrollo del país.
«Nicolás Maduro ha demostrado durante su Gobierno interino que no tiene la capacidad para solucionar el grave problema de inseguridad que sufre el país. En las manos de los ciudadanos está la posibilidad de que Venezuela realice un giro de 180 grados en esta materia. Los venezolanos no podemos seguir viviendo con miedo. El Gobierno de Unidad Nacional que presidirá Capriles pondrá en práctica las políticas que requiere Venezuela para acabar con la violencia», finalizó Izquiel.