La contaminación del aire que genera el tránsito empeora los síntomas del asma y hace que las familias deban gastar mucha más dinero para mantener a raya la enfermedad.
La economista de la Universidad de Massachusetts Amherst (Estados Unidos) Sylvia Brandt encontró en una nueva investigación que el efecto de la contaminación sobre el asma está siendo subestimado. El aire contaminado intensifica los síntomas de la patología y, además, ″nuestros hallazgos sugieren que el costo que esto genera es mucho mayor que lo estimado previamente″.
Sus conclusiones fueron publicadas en la revista European Respiratory Journal.
• CONTAMINACIÓN Y ASMA
Para llegar a dichas conclusiones Brandt analizó un gran número de investigaciones centradas en el asma infantil y en los costos que genera, teniendo en cuenta el efecto que la contaminación produce en ambos aspectos.
El asma se detecta, según la Organización Mundial de la Salud, en 235 millones de personas. Representa la enfermedad crónica que más afecta a los chicos. La mayor cantidad de muertes que genera suceden en los países de ingresos medios o bajos, aunque con un tratamiento adecuado las personas con esta patología logran una buena calidad de vida.
En su investigación Brandt encontró que los contaminantes liberados por el tránsito inciden mucho en el número de casos diagnosticados y en el empeoramiento de los síntomas, por lo cual se requieren tratamientos más profundos o intensivos.
Esta situación incrementa fuertemente los gastos que una familia debe encarar para dar batalla al asma. Estos costos pueden implicar remedios, tratamientos hospitalarios, días de trabajo perdidos, tiempo destinado a viajar a los centros médicos o consultas extras con los médicos, entre otros.
Brandt subrayó que estos costos recaen mucho más fuertemente en las personas que viven en ciudades y áreas muy contaminadas. ″Se deben tomar medidas para reducir la carga que genera la contaminación relacionada al tránsito″, recomienda la experta.