DENVER. El gobernador de Colorado promulgó el jueves una ley que autoriza las uniones civiles para las parejas del mismo sexo, lo que puntualizó un cambio notable en un estado donde los electores prohibieron los matrimonios homosexuales en 2006 y restringieron las protecciones para los gays hace dos décadas.
Se escucharon vítores cuando el gobernador demócrata John Hickenlooper firmó la ley en una ceremonia en el Centro de Historia de Colorado, cerca de la sede del Congreso estatal. Acudieron decenas de parejas homosexuales y otras personas como testigos. Algunos de los presentes exclamaron «¡Igualdad, Igualdad!».
«No hay excusa para que la gente no tenga los mismos derechos», dijo Hickenlooper a la multitud.
La ley entra en vigor el 1 de mayo.
«Esto significa que finalmente puedo cambiarme de nombre», dijo Amber Fuentes, de 21 años, quien planea unirse civilmente con Yolanda Martínez, de 34. «No es un matrimonio, pero aun así nos da muchos de los derechos».
Colorado se une así a ocho estados que tienen leyes de uniones civiles o similares. Nueve entidades y el Distrito de Columbia permiten los matrimonios homosexuales.
La promulgación en Colorado ocurre a menos de un año de que los republicanos en la Cámara de Representantes bloquearon la propuesta.
«Es realmente significativo. Que el estado reconozca de tu amor y relación igual que cualquier otra relación es importante, tanto legal como simbólicamente», dijo Mark Ferrandino, líder demócrata en la Cámara de Representantes, uno de los patrocinadores de la ley y el primer legislador homosexual que es líder en el Congreso.
Los que apoyan las uniones civiles opinan que su aprobación en Colorado también envía un mensaje contundente porque en 1992 los electores aprobaron una prohibición a las leyes municipales contra la discriminación, las cuales buscaban proteger a los homosexuales. Cuatro años después, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que la ley, conocida como Segunda Enmienda, era inconstitucional.
Las uniones civiles otorgan a las parejas gay derechos similares a los que se conceden al matrimonio, entre ellos la posibilidad de heredar, derechos paternales o tomar decisiones médicas por sus parejas.
La mayoría de los republicanos se opusieron al proyecto al decir que les gustaría ver exclusiones religiosas para ofrecer protección legal a aquellos que se opongan a las uniones civiles. Las iglesias están protegidas bajo la nueva ley, pero los demócratas rechazaron proteger a empresas y agencias de adopción al argumentar que la sugerencia republicana era demasiado amplia y podría causar discriminación.
AP