Venezuela se declara «en rebeldía» contra un Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) «corrupto y pusilánime», afirmó hoy el embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderon, ante la Asamblea General de la organización.
En una reunión extraordinaria en la que se debate sobre la reforma del sistema, Chaderton criticó tanto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como a la Corte Interamericana (CorteIDH), cuya autonomía, dijo, ha sido «autoconferida».
«El SIDH hoy ampara a golpistas y terroristas de ultraderecha aunque de vez en cuando, y para compensar, abraza alguna que otra causa justa», denunció.
El embajador venezolano ante la OEA insistió en que la CIDH silenció violaciones de los derechos humanos en Venezuela en la etapa previa al mandato de Hugo Chávez (1999-2013), y sin embargo, durante su presidencia, persiguió falsas acusaciones de violaciones mientras que el país avanzaba más que ningún otro en la protección de los mismos.
«Hay viejos ejemplos de la complicidad de la CIDH con la ultraderecha intercontinental para encubrir sus actuaciones en mi país antes de Chávez. Recordemos el silencio cómplice ante la masacre del Caracazo», dijo.
«Han sido 14 años de Chávez enfrentando comisionados de la CIDH. Este sistema que ha pasado tantos años ciego, sordo y mudo ante las violaciones sucesivas antes de Chávez, a partir de la llegada de Chávez no ha hecho mas que aceptar las denuncias falsas apoyadas por el poder imperial sobre violaciones que no existieron», agregó el embajador.
Chaderton propuso de nuevo que se mude la sede de la Comisión «bien al sur del continente», y puso como ejemplo a Buenos Aires, aunque aseguró que «el escepticismo» de su gobierno «es irreversible» y Venezuela «constata que el sistema se derrumba año tras año».
Venezuela, junto a Ecuador, Bolivia y Nicaragua, presentó hoy a la Asamblea General una propuesta en la que pide dar un mandato al Consejo Permanente de la OEA «para que continúe el diálogo sobre el funcionamiento del SIDH y presente el resultado «a la XLIV Asamblea General Ordinaria de la OEA», que tendrá lugar en 2014.
Chaderton consideró que la propuesta conjunta de los cuatro países, todos ellos miembros del ALBA, es el verdadero intento de recuperar los valores del SIDH.
«La primavera está entrando en la OEA», concluyó. EFE