Esta Semana Santa, cuando se cumplen veintiocho años de la primera representación de la pieza teatral, los integrantes del grupo de teatro “Armando Urbina” darán lo mejor de sí para que su público
Una de las representaciones teatrales que más ha logrado la identificación del público guarenero y guatireño con su escenificación es sin lugar a dudas el “Vía Crucis” interpretado por el grupo de teatro “Armando Urbina”. Dicha identificación se logra bien sea por el tema mágico religioso que lo conforma (la crucifixión y resurrección de Cristo) o por la participación en ella de niños, jóvenes y adultos, vecinos todos del municipio Ambrosio Plaza, en el estado Miranda. Y ha sido tal el apego y la devoción del público por ver año tras año el mencionado montaje litúrgico que muchos han coincidido en que ya se ha convertido en parte indisoluble de las tradiciones religiosas de las dos ciudades durante la llamada “Semana Mayor”, cuando la feligresía cristiana conmemora la pasión, muerte y resurrección de su principal profeta y salvador.
“Ronny Leroux”: La semilla
En el año 1985, fecha de especial importancia para el universo cristiano en Venezuela por la visita del Papa Juan Pablo II durante el mes de enero, se funda el grupo “Ronny Leroux” cuyos integrantes vienen a ser los alumnos de la escuela “Trapichito” ubicada en la urbanización Manuel Martínez Manuel. La agrupación toma como nombre el de la directora de la mencionada institución educativa, cuyo esfuerzo en colaborar con la cultura le valió para que el grupo teatral llevara su nombre.
El fundador del grupo fue Eduardo Espinoza quien trabajaba como profesor de teatro del mencionado colegio, inculcándoles a los niños el amor hacia las artes escénicas. Sus primeras representaciones fueron “La torta que puso Adán” de Aquiles Nazoa, “Camino a la Copla” de Andrés Eloy Blanco y las comedias “Un Día en Caracas” y “Mamá me duele” del propio Eduardo.
Así se sembraba la semilla que no tardaría en dar sus frutos, aunque el grupo “Ronny Leroux” desaparecería a finales de los ochenta para dar paso a la agrupación “Armando Urbina.
Vía Crucis en el parque
Ya en 1988 las instalaciones del colegio “Trapichito” se hacían pequeñas y poco cómodas para la representación del Vía Crucis, por lo que asumen el reto de tomar los espacios naturales del Parque Trapichito, a pocos metros del colegio, como escenario para mostrar al público guarenero las treinta y ocho escenas bíblicas sobre la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Sería este el comienzo de la masificación del referido montaje religioso y que supondría para su director, el profesor Espinoza, un largo peregrinar para poder realizarlo año tras año; ya que al escenificarse en espacios abiertos supone un mayor esfuerzo técnico, haciéndose necesario trasladar al referido parque equipos de sonido e iluminación y habilitar espacios cercanos al escenario para que los interpretes puedan hacer los cambios de vestuario y maquillaje propios de todo montaje.
Los protagonistas
Sin embargo y pese a lo difícil que supone trabajar al aire libre, sin micrófonos (al principio) y con la escasa ayuda que los entes gubernamentales suelen dar a este tipo de actividades culturales, el montaje sobrevivió veintiocho largos años, durante los cuales más de un centenar de niños y jóvenes han formado parte del elenco, representando alguno de los personajes de ésta historia. Nombres como: Lino Urdaneta, Luís Eduardo Machado, Romny Carrizales, Elizabeth Hernández, Mildred Olarte, José Ibarra, Kelvin Ojeda, Carlos Medina, Agustín Vallenilla, Hazel Medrano, Andrés Eloy Rodríguez, Camilo Cazorla, Juan Carlos Jaspes, Lingmey Cazorla, Néstor Márquez, Gustavo Urdaneta, Eduardo Montesinos, Keyla Peña, Emili Cazorla, David Jiménez, Nelcy de Bellorín, Edilimar Rivas, Maryuri Montes, Génesis Mata, Kaylefs Caldivillo, Ivanna Montilva, María Elena Matos, José Ibarra, Carlos Lozada, Ángel Araque, José Araque, kelvis Martínez, Raúl Pérez, José Manuel Key, Anderson Gutiérrez, David Urdaneta y Pablo Urbina, son solo algunos de los niños y jóvenes que año tras año han entregado parte de su tiempo y de su corazón en éste montaje convirtiéndolo en una tradición.
En esta oportunidad la obra se representará en memoria del recordado dramaturgo Rodolfo Santana; y las interpretaciones recaerán en: Daniel Hooyer que hará el papel de Jesús, Andreina Sánchez interpretará a María Magdalena, Brillerkis Rivas será Marta, Daniela Brito hará de María de Betania y mujer adúltera, Alejandra Sepúlveda actuará como la Samaritana, Juan Francisco Hooyer será Judas, Franklin Díaz personificará a Poncio Pilato, Willian Cedeño interpretará a Barrabas, Lilimar Brito será la madre de Jesús, Albenz Reyes interpretará a satanás, Luis Giménez hará de Pedro; Thayron Carreño de Juan; Maikel Yegüez será Juan el bautista y Thais Carreño como la Verónica, entre otros que actuarán de sacerdotes, discípulos, y soldados romanos, para elevar a 40 participantes el elenco de la pieza.
Qué no muera la Tradición
El Vía Crucis se ha mantenido año tras año en el corazón de los espectadores y es una cita ineludible en estas fechas santas; es por eso que el profesor Eduardo Espinoza se ha propuesto la tarea de mantener viva la tradición de este montaje, para lo que ha dirigido sendos proyectos a las alcaldías de Plaza y Zamora, al igual que a la Asamblea Legislativa del estado Miranda a fin de que eleven la obra a Patrimonio Cultural del estado Miranda y de esta forma poder contar con recursos suficientes para que se mantenga en el tiempo y poder ofrecer novedades en la puesta en escena. Así mismo aprovechó el profesor Espinoza para hacer un llamado al Gabinete de Cultura Miranda a través de Henys Peña para que tomen en cuenta la obra dentro del Sistema Nacional de las Cultura Popular del Ministerio de la Cultura y el IAEM. Al tiempo que invitó a la población mirandina a disfrutar del “Vía Crucis” los días 28, 29 y 31 de marzo.
Especial / Roger Vargas