Tras dos años de anunciar su intención de demandar a Chile, Morales oficializó la decisión de presentar una demanda ante la CIJ, donde Santiago tiene ya un primer proceso presentado en 2008 por Perú por un diferendo en el Océano Pacífico y cuyo fallo se conocerá en el primer semestre de este año.
«He decidido que en los próximos días una comisión viaje a La Haya a presentar la demanda para retornar al mar con soberanía», dijo Morales durante los actos del Día del Mar, que conmemoran la pérdida del departamento del Litoral a causa de la Guerra del Pacífico (1879-1883) contra Chile y la defensa del poblado de Calama al inicio del conflicto.
Bolivia reclama recuperar parte de los 400 kilómetros de costa que perdió durante la conflagración de 1879, algo que Chile rechaza afirmando que ambos países firmaron en 1904 el Tratado de Paz y Amistad que definió los límites fronterizos bilaterales.
El ejecutivo boliviano decidió «iniciar las acciones legales ante los tribunales internacionales para resolver las controversias internacionales con Chile, a través de los mecanismos de arreglos pacíficos», agregó Morales.
«Bolivia ratifica su inquebrantable decisión de volver al océano Pacífico con soberanía. La reivindicación marítima es un derecho irrenunciable e imprescriptible del pueblo boliviano», afirmó en su discurso, al conmemorar la fecha marcada por desfiles civiles, militares y policiales.
Poco después del anuncio de Morales, Piñera respondió en una declaración pública en Santiago para expresar que su gobierno defenderá su soberanía.
«Frente a eventuales demandas que pueda interponer Bolivia ante tribunales internacionales, Chile y su pueblo defenderán con toda la fuerza de la unidad nacional, la historia y la verdad su territorio, su mar, su cielo y también su soberanía», afirmó el mandatario.
«Quiero dejar meridianamente claro que el Tratado de Paz y Amistad de 1904 fue libre y válidamente celebrado y ratificado, tanto por Chile como por Bolivia, y hoy día se encuentra plenamente vigente», recalcó Piñera.
Tras el cruce de declaraciones entre La Paz y Santiago, el Parlamento boliviano aprobó una resolución para apoyar la decisión de Morales.
Los antecedentes del reclamo
La semana pasada, Morales ya avanzó su intención de endurecer las vías para reclamar la salida al Pacífico, después de afirmar que es «una pérdida de tiempo» dialogar con Chile, ya que las conversaciones nunca dieron frutos.
Bolivia y Chile carecen de relaciones diplomáticas desde 1978, pero de 2006 a 2011 instalaron una mesa de diálogo con una agenda de 13 puntos que incluía el espinoso asunto marítimo.
La Paz esperó que Santiago presentara una propuesta «concreta, factible y útil» pero, en su opinión, nunca llegó.
Tras la decisión en 2011 de llevar a Chile a un tribunal, Bolivia conformó ese año la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar) para estructurar la demanda histórica y jurídica, que buscó el asesoramiento de abogados e historiadores locales e internacionales y que se encargó de redactar el pliego judicial.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo por separado el sábado que el gobierno contratará un despacho de abogados para impulsar el pliego jurídico, ya elaborado, bajo la dirección del canciller, David Choquehuanca, y la oficina de Diremar.
En los últimos meses, las relaciones bilaterales han sido tirantes, luego de que Morales llevara su reclamó a foros internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y la ONU.
Por su parte, Chile insistió en retomar el diálogo e instó a Bolivia a bajar su artillería verbal.
La tensión llegó a su punto más alto entre enero y febrero por la detención de tres soldados bolivianos en territorio chileno, que no se percataron de haber cruzado la frontera cuando perseguían a contrabandistas.
Tras días de tensión, Chile liberó a los tres militares, quienes fueron recibidos en Bolivia como héroes.
Tras dos años de anunciar su intención de demandar a Chile, Morales oficializó la decisión de presentar una demanda ante la CIJ, donde Santiago tiene ya un primer proceso presentado en 2008 por Perú por un diferendo en el Océano Pacífico y cuyo fallo se conocerá en el primer semestre de este año.
«He decidido que en los próximos días una comisión viaje a La Haya a presentar la demanda para retornar al mar con soberanía», dijo Morales durante los actos del Día del Mar, que conmemoran la pérdida del departamento del Litoral a causa de la Guerra del Pacífico (1879-1883) contra Chile y la defensa del poblado de Calama al inicio del conflicto.
Bolivia reclama recuperar parte de los 400 kilómetros de costa que perdió durante la conflagración de 1879, algo que Chile rechaza afirmando que ambos países firmaron en 1904 el Tratado de Paz y Amistad que definió los límites fronterizos bilaterales.
El ejecutivo boliviano decidió «iniciar las acciones legales ante los tribunales internacionales para resolver las controversias internacionales con Chile, a través de los mecanismos de arreglos pacíficos», agregó Morales.
«Bolivia ratifica su inquebrantable decisión de volver al océano Pacífico con soberanía. La reivindicación marítima es un derecho irrenunciable e imprescriptible del pueblo boliviano», afirmó en su discurso, al conmemorar la fecha marcada por desfiles civiles, militares y policiales.
Poco después del anuncio de Morales, Piñera respondió en una declaración pública en Santiago para expresar que su gobierno defenderá su soberanía.
«Frente a eventuales demandas que pueda interponer Bolivia ante tribunales internacionales, Chile y su pueblo defenderán con toda la fuerza de la unidad nacional, la historia y la verdad su territorio, su mar, su cielo y también su soberanía», afirmó el mandatario.
«Quiero dejar meridianamente claro que el Tratado de Paz y Amistad de 1904 fue libre y válidamente celebrado y ratificado, tanto por Chile como por Bolivia, y hoy día se encuentra plenamente vigente», recalcó Piñera.
Tras el cruce de declaraciones entre La Paz y Santiago, el Parlamento boliviano aprobó una resolución para apoyar la decisión de Morales.
Los antecedentes del reclamo
La semana pasada, Morales ya avanzó su intención de endurecer las vías para reclamar la salida al Pacífico, después de afirmar que es «una pérdida de tiempo» dialogar con Chile, ya que las conversaciones nunca dieron frutos.
Bolivia y Chile carecen de relaciones diplomáticas desde 1978, pero de 2006 a 2011 instalaron una mesa de diálogo con una agenda de 13 puntos que incluía el espinoso asunto marítimo.
La Paz esperó que Santiago presentara una propuesta «concreta, factible y útil» pero, en su opinión, nunca llegó.
Tras la decisión en 2011 de llevar a Chile a un tribunal, Bolivia conformó ese año la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar) para estructurar la demanda histórica y jurídica, que buscó el asesoramiento de abogados e historiadores locales e internacionales y que se encargó de redactar el pliego judicial.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo por separado el sábado que el gobierno contratará un despacho de abogados para impulsar el pliego jurídico, ya elaborado, bajo la dirección del canciller, David Choquehuanca, y la oficina de Diremar.
En los últimos meses, las relaciones bilaterales han sido tirantes, luego de que Morales llevara su reclamó a foros internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y la ONU.
Por su parte, Chile insistió en retomar el diálogo e instó a Bolivia a bajar su artillería verbal.
La tensión llegó a su punto más alto entre enero y febrero por la detención de tres soldados bolivianos en territorio chileno, que no se percataron de haber cruzado la frontera cuando perseguían a contrabandistas.
Tras días de tensión, Chile liberó a los tres militares, quienes fueron recibidos en Bolivia como héroes.