Los Miami Heat llegaron a 26 victorias seguidas. San Antonio Spurs sorprendidos en Houston
El pragmatismo se impone por doquier. Y en la competición deportiva, el ganar se ha convertido en obsesión, aun en niveles de formación, donde no debería ser prioridad. Por eso cuando se alcanzan cotas óptimas de rendimiento y además se rinde culto al espectáculo mientras los propios protagonistas se divierten trabajando, la actividad llega al climax.
La reflexión, dirigida en este caso al baloncesto, viene dada por la observación de la forma como están jugando los Heat de Miami. Que, poco a poco, parecen alcanzar ese objetivo de «entretener y entretenerse». Además, claro, de cumplir con la consigna principal de ganar partidos. Y en ello tiene mucho que ver la actitud de LeBron James y Dwyane Wade, insuflada a muchos de sus compañeros.
El domingo los campeones alcanzaron el 26o. triunfo consecutivo, a 7 de la cifra tope puesta por los Lakers del 71-72. Fue ante uno de los rivales más débiles, Charlotte, y Wade estuvo en descanso por dolores en una rodilla. El resultado, un cómodo 109-77. Pero para ello debieron remontar, por séptima vez, una diferencia de doble dígito, pues los Bobcats llegaron a ganar por 11, 19-8. Solo que un arrollador 15-0 puso las cosas en su lugar y de allí en adelante todo siguió con normalidad.
Esta incluye, por supuesto, acciones espectaculares, que encabezó James con un balance de 32 puntos, 8 rebotes, 10 asistencias, 3 robos y 3 bloqueos, esta vez en 34 minutos, menos de los habituales 40. Apenas intentó un triple (falló), pero sus promedios son contundentes: 13-11 de cancha, 11-10 desde la línea de tiro libre. Y todo ello en medio de la calma que está caracterizándole para asumir la conducción y el curso de lances espectaculares -en el manejo, en los tableros, en los rompimientos. Allen, Bosh y Cole también tuvieron doble dígito, y la marcha indetenible sigue, con el mejor récord de la NBA, 55-14 (32-3 en casa) que le garantiza la ventaja de localía en una hipotética final.
El otro líder de conferencia, en cambio, sucumbió sorpresivamente en Houston. Los Rockets, séptimos del Oeste, conscientes de la importancia del lugar de clasificación, se fajaron ante los Spurs y les ganaron 96-95 para impedir la barrida en la serie particular. Figura fundamental fue James Harden, quien no solo metió 29, con 6 asistencias y 9 rebotes, sino que además afinó el pulso para dar el doble decisivo a 4.3 segundos del final. También fueron determinantes 14 rebotes del turco Omar Asik, como su marcación sobre Tim Duncan, y los 20 de Chandler Parsons. Toni Parker volvió a ser importante, especialmente en los minutos finales, pe4ro no bastaron sus 23 puntos.
Chicago ganó el segundo seguido sin Joakim Noah, 104-97 en Minnesota, con 22 y 10 asistencias de Nate Robinson (Williams marcó 28 por los derrotados). Y también ganaron como visitantes Atlanta en Milwaukee (104-99) con 24 de Horford, Filadelfia en Sacramento (117-103) con 22 de Wright y Brooklyn 102-100 en Phoenix con Brook López en 21 puntos y a pesar de un 32-12 de Goran Dragic.
En cambio Oklahoma, con 24 puntos y 10 rebotes de Kevin Durant como ariete defendió con éxito su casa ante Portland, 103-83, lo que -unido a la derrota de San Antonio- le dejó a juego y medio de la punta. También Dallas tuvo éxito como local, 113-108 ante Utah.
Armando Naranjo
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