Naciones Unidas notificó que retirará de Siria a la mitad de sus 100 miembros de personal extranjeros, después de que ataques llegaran a cerca de su hotel
BEIRUT. Rebeldes sirios lanzaron el lunes bombas de mortero en el centro de Damasco, provocando la muerte de al menos dos personas y generando una dura respuesta por parte del Ejército, mientras los ataques sacudían el corazón de la capital siria.
Por otra parte, Naciones Unidas notificó que retirará de Siria a la mitad de sus 100 miembros de personal extranjeros, después de que ataques llegaran a cerca de su hotel en Damasco, dañando el edificio y un vehículo de la ONU.
El portavoz de Naciones Unidas, Martin Nesirky, dijo que a otros 800 miembros locales de su personal se les había pedido que trabajen desde sus casas hasta nuevo aviso.
«El Equipo de Administración de Seguridad de Naciones Unidas ha evaluado la situación y decidió reducir temporalmente la presencia de personal internacional en Damasco debido a las condiciones de seguridad», señaló Nesirky.
La agencia de noticias estatal de Siria señaló que bombas de mortero lanzadas por «terroristas» habían provocado la muerte de dos personas y herido a otras cerca de la Casa de la Opera, en la plaza Ummayad, donde se encuentran las instalaciones del partido Baath del Gobierno, del área de Inteligencia de la Fuerza Aérea y de la televisión estatal.
El Ejército respondió con fuego de artillería desde el monte Qasioun, sobre la capital siria. «Hasta el momento, escuché docenas de explosiones del régimen repeliendo a los rebeldes», dijo un residente.
Fotos publicadas por activistas de la oposición mostraban humo negro que salía de la zona durante lo que los residentes dicen que fue uno de los bombardeos más cruentos en el corazón de la ciudad desde que comenzó la revuelta contra el presidente Bashar el Asad hace dos años.
«La ciudad está bajo ataque», dijo una residente que añadió que las explosiones habían comenzado a las 0430 GMT.
El conflicto, en el que Naciones Unidas dice que murieron al menos 70.000 personas, ya ha obligado a más de 1 millón de sirios a huir del país. Los continuos combates en Damasco podrían hacer que miles de refugiados se dirijan a los países vecinos, especialmente Líbano, que ya acoge a 370.000 sirios.
No hubo informaciones inmediatas de que los insurgentes, que han llegado hasta el distrito de Kfar Suseh, a unos pocos metros de la plaza Ummayad, estuvieran intentando avanzar más.
Las fuerzas de Asad han conservado el control del centro de Damasco y la mayoría de las demás ciudades sirias, mientras que han perdido terreno en otras zonas, especialmente del norte y el este.
Atentado contra
coronel rebelde
El coronel Riad el Asaad, fundador del grupo rebelde Ejército de Siria Libre, perdió una de sus piernas al explotar una bomba colocada debajo de su coche, en la ciudad el Mayadin, en manos de la oposición, informó su segundo.
Un responsable turco dijo que Asaad estaba recibiendo tratamiento en Turquía y que su vida no corría peligro.
Asaad, que creó el grupo insurgente en 2011 para derrocar al Gobierno de Asad, fue uno de los primeros oficiales de alto rango en desertar del Ejército sirio, pero fue excluido de un comando del Ejército de Siria Libre respaldado por Occidente que se formó el año pasado.
El segundo de Asaad, Malik el Kurdi, dijo a la cadena de televisión Al Jazeera que creía que el Gobierno sirio había intentado asesinar al fundador del Ejército de Siria Libre con una bomba colocada directamente debajo del asiento de su coche. Y añadió que Asaad había sufrido lesiones en la cara.
Ningún grupo se ha adjudicado la autoría del ataque.
Imágenes de vídeo publicadas en Internet por activistas mostraban a Asaad en una cama con una venda en la cabeza y quejándose de dolor. Estaba cubierto con una sábana azul y se oía a un hombre diciendo que sobreviviría. Reuters no pudo verificar el vídeo de forma independiente.
Rebeldes divididos
Varias facciones rebeldes sirias luchan bajo el paraguas del Ejército de Siria Libre, lo que ha complicado la obtención de suministros regulares de armas y la construcción de un comando y una estructura de control disciplinados.
Pero algunos grupos islamistas destacados, incluido el poderoso Frente Nusra – ligado a Al Qaeda – no forman parte del Ejército de Siria Libre.
Moaz el Jatib, que dimitió el domingo como jefe de la Coalición Nacional Siria de oposición, dijo que el ataque contra Asaad era «parte de un intento de asesinar a los líderes libres de Siria».
Pese a apartarse del cargo, el Jatib dijo que asistiría a la cumbre de la Liga Árabe en Qatar esta semana. «He decidido dar un discurso en nombre del pueblo sirio en la conferencia de Doha», escribió el lunes en su cuenta de Twitter.
El Jatib, nombrado líder de la coalición formada en noviembre, es un clérigo musulmán suní que era considerado moderado contra la influencia de las fuerzas yihadistas vinculadas con Al Qaeda.
El líder renunció después de que la coalición lo acusase de ofrecer un acuerdo negociado a Asad y de que el grupo siguiera adelante – pese a sus objeciones – con las medidas para formar un gobierno provisional que habría disminuido su autoridad.
La coalición está respaldada por las potencias occidentales y muchos países árabes, pero Rusia y China critican su insistencia en que Asad deje el poder como condición previa a las negociaciones.
Sobre las armas químicas
Un alto diplomático de Rusia dijo el lunes que su país quería que expertos chinos y rusos participen en una investigación de la ONU sobre el supuesto uso de armas químicas el 19 de marzo en Siria.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció la investigación el jueves y dejó claro que se centraría en un ataque con cohete que provocó la muerte de 26 personas cerca de Alepo, una de las principales ciudades sirias.
El Gobierno de Asad y sus oponentes se acusan mutuamente del lanzamiento de un misil cargado con químicos.
Activistas de la oposición señalaron que las fuerzas sirias habían usado fósforo el lunes cuando lanzaron múltiples cohetes a combatientes que atacaban una base militar en Adra, un pueblo cerca de Damasco. Dos rebeldes murieron y 23 resultaron heridos. No hubo confirmación independiente.
Responsables de Estados Unidos y Europa manifiestan que todavía no hay pruebas de ningún ataque químico. Si se confirma un ataque de ese tipo, sería el primero en todo el conflicto sirio.
Damasco no ha confirmado si posee armas químicas, aunque dice que si las tuviera no las usaría contra su propio pueblo.