Estudios demostraron vínculo entre los patrones de sueño de una persona y su riesgo de desarrollar problemas de memoria y Alzheimer. Investigadores de la Universidad de Washington, en St. Louis, descubrieron que cuando aparecen los primeros signos de Alzheimer en el cerebro, el ciclo de sueño de los animales se trastornaba drásticamente.
Si el hallazgo se confirma en humanos, expresan los científicos en Science Translational Medicine Science (Science, Medicina Traslacional), que los problemas para dormir podrían ser un predictor de la enfermedad.
Hasta ahora no se conoce con precisión cuáles son los factores que conducen al desarrollo de Alzheimer.
Lo que se sabe es que cuando los pacientes presentan los síntomas como problemas de memoria o trastornos cognitivos, la enfermedad ya está en sus etapas avanzadas.
Por eso desde hace tiempo varios equipos de investigadores están tratando de encontrar cuál es el mecanismo que conduce a la destrucción de neuronas que provoca la enfermedad.
Una de las teorías predominantes es que uno de los responsables de esta destrucción es la acumulación de una proteína, llamada beta-amiloide, que forma placas perjudiciales en el cerebro.
Los científicos encontraron que cuando aparecían los primeros signos de estas placas en el cerebro los animales presentaron interrupciones «significativas» en su ciclo normal de sueño.
«Si las anormalidades de sueño comienzan en esta etapa tan temprana de la enfermedad de Alzheimer humana, estos cambios pueden ofrecernos una señal fácilmente detectable de la patología», expresa el doctor David Holtzman, quien dirigió la investigación.
La doctora Marie Janson, de la organización Alzheimer’s Research Uk, afirma que se deben llevar a cabo más estudios en humanos para ver si hay un vínculo entre los patrones de sueño y el Alzheimer.
«Ya ha habido investigaciones que vinculan los cambios en los patrones de sueño con una disminución en las capacidades cognitivas, pero este estudio sugiere que los trastornos de sueño pueden ser también una señal de advertencia de Alzheimer», agregó.
«Si se confirma que los cambios en el sueño pueden ser un posible predictor temprano de Alzheimer, esto sería una estrategia muy útil para que los médicos identifiquen a los pacientes en riesgo de la enfermedad», concluyó la experta.
Agencias