El subsidio a la energía, presente en muchos países del mundo, significa una importante carga con amplios efectos económicos y sociales, concluyó un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), realizado con una base de datos de 176 naciones.
Latinoamérica y el Caribe representaron 7,5% de los subsidios globales a la energía durante 2011, que totalizaron cerca de 1,9 billones de dólares o 2,5% del PIB mundial.
El FMI destaca que el subsidio a la energía (petróleo, gas, electricidad y carbón) en Venezuela y Ecuador superó 5% del PIB de cada país.
Este resultado se obtuvo al calcular el precio internacional de cada tipo de energía menos el valor que pagaron los consumidores en cada país, arrojando el costo de oportunidad asumido por cada país.
En Venezuela, donde la gasolina tiene el mismo precio desde la década de los 90 y las tarifas eléctricas tienen más de 10 años congeladas, el FMI calcula que durante el año 2011 se destinó a los subsidios de los productos derivados del petróleo (como gasolina, diesel y fueloil) el equivalente a 5,58% del PIB nacional, mientras que el subsidio al servicio eléctrico fue de 1,02% del PIB, y al sector gas natural alcanzó 0,59% del PIB.
El informe calcula para el mismo lapso, 2011, que el subsidio venezolano a productos derivados del petróleo tuvo un valor de 15,8% de los ingresos gubernamentales, mientras que el subsidio a la electricidad fue equivalente a 2,89% de los ingresos gubernamentales, y el del gas representó 1,66% de los ingresos públicos.
El Fondo Monetario Internacional explica que los subsidios a la energía -que se supone protegen a los consumidores- agravan los desbalances fiscales, diseminan las prioridades del gasto público y deprimen las inversiones privadas.
Asimismo, se destaca que los subsidios de esta naturaleza reducen los incentivos para energías renovables, aceleran el agotamiento de los recursos naturales, y son disfrutados por los hogares de ingresos más altos, reduciendo las desigualdades sociales.
En este último punto el FMI indica que la gasolina es el subsidio más regresivo, beneficiando más a familias de mayores ingresos, que a las de menores recursos económicos.
El estudio insta a los Gobiernos a reformas el esquema de los subsidios, subrayando que «es necesario tener en cuenta los posibles efectos perjudiciales para los pobres, y el plan de reforma debe contener medidas compensatorias para protegerlos». Y esto se aplica a todos los países, tanto desarrollados como emergentes.
Más compras de gasolina
En Venezuela el consumo de combustibles ha crecido junto con el tamaño de la economía, pero también con un potente incentivo por las tarifas congeladas.
Esta circunstancia, combinada con los problemas en las refinerías de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la ha llevado a grandes importaciones de productos petroleros terminados.
Según el departamento de Energía de Estados Unidos, Venezuela compró en enero de 2013 una cifra récord de 113 mil barriles diarios de gasolina, 20% más que los 94 mil barriles reportados para diciembre de 2012.
En total el país importó 154 mil barriles diarios de derivados en enero, lo que incluyó 36 mil barriles de destilados (diesel), y 5 mil barriles por día de coque de petróleo.
ElUniversal