¿CUÁNTO VALE UN DERROTADO? Quienes creemos en la democracia sabemos que no hay victorias permanentes, ni derrotas para siempre. Aunque perder duela, es un punto de honor aceptar la derrota por respeto a la voluntad del pueblo. Eso es lo debería privar en la política de altura, la que no está marcada por las agendas ocultas de trasnochados que no saben aceptar la derrota, ni son capaces de entender que aunque los tiempos de la política tardan, siempre son perfectos. De desesperados está lleno el cementerio de los políticos y muchos se entierran solitos. De eso puede hablar con más propiedad el excandidato a la alcaldía de Sucre, William Ojeda, autor de ese famoso libro “¿Cuánto vale un juez?”, cuyo título nos inspiró a escribir este artículo.
EL PUEBLO LO CONOCE. Años después que el diputado William Ojeda se planteará la pregunta de su libro, me atrevo a lanzar otra: ¿Cuánto vale William Ojeda? Un político que suma cuatro derrotas seguidas a la alcaldía de Sucre y en cuatro oportunidades ha cantado fraude. Cuánto vale traicionar la voluntad popular de los sucrenses tras agendas ocultas impulsadas por intereses personales. A diferencia de los jueces que solo plasman su firma, los políticos deben responder a los electores dando la cara, afrontando lo que hacen y dejan de hacer. La consigna de Ojeda para las primarias del 12 de febrero de 2012 fue “Tú me conoces”, hoy finalmente sabemos quién es William Ojeda: Un político que prefiere pactar con el PSUV, antes de aceptar su derrota.
LECCIONES PARA APRENDER. Quienes somos verdaderos demócratas sabemos respetar la máxima que dice “gloria al vencedor y honor a los vencidos”. El mejor ejemplo de esto lo representa el alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz, quien nunca se paralizó cuando no fue favorecido por los votos y siguió trabajando en Petare para ganarse la confianza del pueblo. Finalmente su esfuerzo fue recompensado con la victoria, esa de la cual nunca podrán disfrutar aquellos que trafican con la esperanza del pueblo usando mascaras y mintiendo.
LA VERDADERA AGENDA OCULTA. En el municipio Sucre esperamos al nuevo candidato del PSUV, William Ojeda, para que se enfrente a un pueblo que sabrá darle una lección de democracia. Ojeda, electo diputado de la Asamblea Nacional con votos mayoritarios de la alternativa democrática tendrá que rendirle cuentas a un pueblo que lo derrotará de nuevo y quedará como un mal recuerdo entre quienes una vez creyeron en él.
LOS TRES MOSQUETEROS DEL PSUV. Mientras más se acerca el 7 de octubre más se desesperan, al punto que necesitan a Didalco Bolívar, David de Lima y William Ojeda para levantar una campaña sucia contra Henrique Capriles Radonski, forjando planes de gobierno de la Mesa de la Unidad. A los dos primeros les pagan con la absolución de sus causas judiciales, al último el tiempo se encargará de determinarlo. Así es como se unen los eternos perdedores con el futuro perdedor.
VENEZUELA NO TIENE PRECIO. Cuando se hacen las cosas bien, pasan cosas buenas. Ellos que sigan inventando, que el pueblo los seguirá derrotando. Henrique Capriles Radonski ha demostrado que hace política con rostro de frente a la gente, con propuestas y el compromiso de cambiar a Venezuela para siempre. No podrán transar con la mayoría de los venezolanos que están dispuestos a cambiar ¡Venezuela no tiene precio!
Brian Fincheltub.
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