El desequilibrio entre la oferta y la demanda de vehículos generó en los últimos años un fenómeno que en la industria automotriz han identificado como la «demanda artificial».
Esa «demanda artificial» está conformada por aquellas personas que compran un cero kilómetros para luego revenderlo a un precio mayor, dando pie al mercado informal.
Esta realidad se ha sumado al segmento de la población que siempre ha adquirido un vehículo para proteger su patrimonio ante un bolívar que pierde valor por la alta inflación que se registra anualmente.
Un ejemplo de esto ocurrió este mismo año. Tras la devaluación del bolívar de 46,5% decretada por el Presidente encargado, Nicolás Maduro, en febrero pasado, los precios de los autos usados también registraron un alza de similar proporción.
Los días previos a la devaluación del 8 de febrero un Hyundai Getz se cotizaba en los portales dedicados a la promoción de vehículos en 305 mil bolívares. Ese mismo auto cuesta hoy en 395 mil bolívares, lo que supone un incremento de 30%.
La historia se repite con un Ford Fiesta y un Chevrolet Aveo. Esos modelos se cotizaban en 312 mil y 357 mil, respectivamente. Pero hoy se venden en 405 mil y 420 mil bolívares, lo que supone incrementos de 30% y 17,56%, respectivamente.
En vehículos de más valor como una camioneta Ford Explorer también se repite la operación. Este modelo se comercializaba en 1 millón de bolívares antes de la devaluación y ahora cuesta hasta 1 millón 500 mil bolívares, es decir, un 50% más caro en apenas dos meses.
El proyecto de «Ley que regula la compra y venta de vehículos automotores nuevos y usados, nacionales o importados» impedirá esa operación, ya que el precio de los carros usados será fijado acorde a una fórmula que establece el texto.
El propio presidente de la Comisión de Administración y Servicios, Elio Serrano, justificó esta decisión al señalar que un vehículo no puede ser un mecanismo de inversión. «Yo creo que el país no debe producir y utilizar sus divisas para que el ciudadano venezolano en vez de hacer uso del vehículo para el traslado, el trabajo, entonces está haciendo de eso una inversión que ellos suponen se va a valorar», dijo el parlamentario del Psuv el pasado martes.
La fórmula creada toma en cuenta variables como el valor actual, el de reposición, la «vida transcurrida», el «factor de conservación» y el «factor de obsolescencia».
ElUniversal