Luego de reunirse con el titular de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que está aportando científicos y equipamiento, en La Haya, el secretario general Ban Ki-moon dijo que un equipo inicial estaba en Chipre, listo para ir a Siria en 24 horas
LA HAYA. Un equipo de expertos comandados por Naciones Unidas viajó a Chipre y está esperando permiso del Gobierno de Damasco para investigar supuestos ataques con armas químicas en territorio sirio, dijo el lunes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Siria solicitó que Naciones Unidas sólo investigue lo que califica como un ataque químico por parte de grupos rebeldes cerca de la ciudad de Aleppo.
La oposición, en tanto, culpa a las fuerzas del presidente Bashar al-Assad por ese episodio y también quiere que la ONU investigue otros supuestos ataques químicos de parte del Gobierno en otras zonas del país, cita un despacho de la agencia Reuters.
Rusia, aliado de Siria, respalda a Damasco en contra de los pedidos de las potencias occidentales de que la pesquisa sea ampliada. Ban dejó en claro que quería una investigación exhaustiva, diciendo que era el «principio firme» de Naciones Unidas que los investigadores tengan garantizado el acceso a todas las zonas donde se alega que se emplearon armas químicas.
Luego de reunirse con el titular de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que está aportando científicos y equipamiento, en La Haya, Ban dijo que un equipo inicial estaba en Chipre, listo para ir a Siria en 24 horas.
«Todo lo que estamos esperando es el visto bueno del Gobierno sirio para determinar si fue usado algún tipo de armas químicas, en algún lugar» del país, indicó Ban.
«Insto al Gobierno sirio a ser más flexible, para que la misión pueda desplegarse lo antes posible», añadió.
Ahmet Uzumcu, jefe de la OPAQ, dijo que la misión completa incluiría a 15 expertos, entre ellos inspectores, especialistas médicos y químicos. También integrarán el equipo funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Ginebra.
El grupo estará dirigido por el científico sueco Ake Sellstrom, un ex inspector de armas de la ONU en Irak, con el que Ban también se reunió en La Haya. Sellstrom se uniría al equipo inicial el lunes.
El opositor Basma Kodmani envió una carta sin fechar a Sellstrom en la que dijo que se habían reunido muestras de tejido de seis víctimas de los supuestos ataques químicos del 24 de marzo en los pueblos de Adra y Ateybeh.
«Hay 32 personas que presentan síntomas de enfermedad y que actualmente están siendo tratadas luego de la exposición a las armas que se examinarán en la investigación», indicó la carta.
Ban dijo que deberían evaluarse todos los reclamos serios de uso de armas químicas en Siria, y pidió celeridad para que se preserve la evidencia.
«El uso de armas químicas por alguna de las partes, bajo cualquier circunstancia, constituiría un delito intolerable con consecuencias nefastas», declaró el jefe de la ONU.
Gran Bretaña y Francia quieren ampliar la investigación de Naciones Unidas e incluir ataques en Damasco y Homs, donde los rebeldes señalan que las fuerzas de Assad usaron municiones químicas prohibidas. Los insurgentes también acusan al Gobierno del incidente cerca de Aleppo.
Rusia, por su parte, sugirió que las potencias occidentales están usando el tema de las armas de destrucción masiva para justificar la intervención en Siria, como lo hicieron en Irak.
La OPAQ, establecida para controlar la Convención de Armas Químicas de 1997, ayudó a destruir casi el 80 por ciento de las reservas de armas químicas declaradas por sus 188 miembros.
Siria es uno de los escasos ocho países que no se unió a la convención, junto con Angola, Egipto, Israel, Myanmar, Corea del Norte, Somalia y Sudán del Sur. Agencias
El arsenal de Bashar Al Asad
Agencias de inteligencia internacionales señalan que Siria tendría una de las reservas más grandes de armas químicas sin declarar del mundo, lo que lo convierte en un tema de seguridad para Washington y sus aliados europeos, además del vecino Israel.
Siria no confirmó ni negó tener armas químicas, pero ha dicho que si las tuviera nunca las usaría contra su propio pueblo, sino sólo para repeler invasores externos.
Agencias