¡Que días estos para Rick Pitino!, ganador antenoche del título de baloncesto de la NCAA.
En las primeras horas del lunes se anunció el famoso entrenador estaba entre los elegidos para la exaltación al Salón de la Fama, ceremonia pautada para septiembre. Antes, la semana pasada, su hijo obtuvo un importante cargo de «Coach» universitario en Minnesota. Y el sábado un ejemplar suyo se adjudicó el premio de Santa Anita, la famosa carrera de las rosas, e Kentucky Derby.
La culminación fue en el Georgia Dome, en Atlanta, donde su equipo de la Universidad de Louisville se coronó campeona de la NCAA, lo que para Pitino significa ser el primer entrenador que gana dos títulos de ese nivel, pues en 1986 lo obtuvo con otra acreditada casa de estudios superiores, la de Kentucky.
La fiesta del lunes, ante una multitud que copó el aforo de 71.228, fue completa entonces. Porque Louisville remontó una ventaja de 12 puntos de Michigan para perder por solo uno en la primera mitad. Y en la segunda dominó, llegando a sacar 10, para un triunfo inobjetable 82-76.
Otras novedades: Luke Hancock, anotador de 20 puntos y quien con 4 triples en 4 intentos encabezó la reacción de la primera mitad, se convirtió en el primero salido del banco que gana el trofeo al Jugador Más Valioso. Su compañero Peyton Siva llevó la manija ofensiva y marcó 18 (5 de 6 tiros), Chane Behanan, todo fuerza bajo los aros, metió 15 y capturó 12 rebotes, y Spike Albrecht (17) también brilló con los triples a pesar de que en la temporada no había pasado de 7 puntos en un encuentro y su promedio era de 1.8.
Los Cardenales de Louisville, que ganaron sus últimos 16 juegos, alcanzan el título por tercera vez, reeditando hazañas de 1980 y 1986. Su inspiración, al final, quizás fue el base Kevin Ware, retirado dramáticamente durante el partido de cuartos por una doble fractura en la pierna y quien, al ser llevado en andas, solo dijo a sus compañeros «ganen». Ware vivió todo el encuentro final a un lado de la cancha y al concluir, valido de muletas para andar hacia el tablero, bajado para que él pudiera alcanzar, protagonizó el simbólico corte de las redes
Armando Naranjo
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