Imágenes de vídeo subidas a internet por residentes del pueblo rebelde de Sanamein mostraban filas de cuerpos esparcidos en un edificio, con sus rostros cubiertos de sangre y sus cuerpos cubiertos por sábanas, con nombres escritos en papeles colocados sobre ellos. Algunos de los muertos parecían ser niños pequeños
BEIRUT. Al menos 45 sirios murieron, algunos de ellos asesinados a sangre fría, después de que tropas del Gobierno arrasaran el pueblo rebelde de Sanamein en el sur de la provincia de Deraa, dijeron el jueves activistas y un grupo de observación.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, señaló que decenas de civiles -incluidos niños- murieron el miércoles en un bombardeo y ejecuciones sumarias después de que las fuerzas leales al presidente Bashar el Asad entrasen en Sanamein.
No hubo comentarios inmediatos de funcionarios estatales.
Las fuerzas de seguridad habían estado combatiendo con insurgentes que se oponen a Asad en la zona de Deraa, provincia que limita con Jordania y se ha convertido en un punto clave de las batallas, mientras ambas partes buscan controlar las fronteras sirias y las líneas de suministro a la capital, Damasco.
Rami Abdelrahman, jefe del Observatorio que usa una red de contactos en Siria para obtener su información, dijo a la agencia Reuters por teléfono que la situación aún era muy confusa como para determinar cuántas personas habían muerto en combate y cuántas asesinadas a sangre fría.
«Los residentes dicen que hubo fuertes enfrentamientos ayer (miércoles) y que luego las fuerzas de seguridad cargaron en el pueblo. Al entrar, comenzaron a bombardear algunos distritos y otros hombres armados ejecutaron personas», indicó.
Abdelrahman agregó que 45 de las víctimas de lo que calificó como una masacre habían sido identificadas y que era probable que la cifra de muertos aumentara. Decenas de casas fueron destruidas por el bombardeo o el fuego, dijo.
Grupos activistas en Deraa dijeron que más de 60 personas habían muerto.
Imágenes de vídeo subidas a internet por residentes mostraban filas de cuerpos esparcidos en un edificio, con sus rostros cubiertos de sangre y sus cuerpos cubiertos por sábanas, con nombres escritos en papeles colocados sobre ellos. Algunos de los muertos parecían ser niños pequeños.
«Sanamein, 10 de abril, una masacre se ha producido en Sanamein. Pongo mi fe en Dios», se oía decir a un camarógrafo que filmaba la escena.
Las informaciones y vídeos de Siria son difíciles de verificar, dado que el acceso de los medios internacionales al país es limitado.
Naciones Unidas dijo en febrero que unas 70.000 personas habían muerto en el conflicto que estalló hace dos años contra Asad. Al menos otros 10.000 perdieron la vida desde entonces, según afirman activistas, y la violencia se ha extendido más allá de la frontera siria.
En el Valle de Bekaa, en el Líbano, residentes dijeron que cinco personas resultaron heridas en las afueras de la localidad fronteriza de Arsal por un ataque aéreo sirio. El área es un bastión de los rebeldes musulmanes suníes que se oponen a Asad, quien pertenece a la minoría alauí, una rama del islam chií.
El Observatorio también publicó un vídeo que muestra los cuerpos de 10 personas, siete de las cuales dijo tenían 17 años o menos y fueron asesinadas por combatientes «shabbiha» leales a Asad en la occidental provincia de Homs, según residentes locales.