La oposición venezolana instó este viernes al gobierno a que deje reflexionar «en tranquilidad» a los electores antes de las presidenciales del próximo domingo, al rechazar nuevamente que planee desestabilizar el país, como afirman altos dirigentes oficialistas.
«Empieza a haber este tipo de nuevas noticias precisamente en este lapso, cuando ya no hay campaña electoral. La seriedad de todo esto es muy dudosa y nosotros invitamos a que presenten pruebas (…) y que se deje en tranquilidad a los ciudadanos hacer su reflexión y tomar su decisión», declaró en una rueda de prensa el coordinador nacional de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo.
«Ojalá nos dé tranquilidad el gobierno estos días», agregó Aveledo, quien dijo que son «completamente falsas» todas las acusaciones lanzadas por el chavismo.
En las últimas semanas, el gobierno ha denunciado todo tipo de planes de asesinato, sabotajes eléctricos y de desconocimiento de los resultados de las elecciones por parte de la oposición.
El jueves, en el cierre de campaña que abre el período de reflexión hasta las elecciones del domingo para elegir al sucesor del fallecido Hugo Chávez, el candidato chavista Nicolás Maduro dijo que el gobierno está «desmontando un plan de violencia de la derecha», en referencia a la oposición, al anunciar la detención en el país de un grupo de paramilitares colombianos que presuntamente querían cometer asesinatos en Venezuela.
El gobierno logró «neutralizar algunos casos de desestabilización que trataron de generarse en las últimas horas» para «afectar el proceso electoral o postelectoral», advirtió este viernes el vicepresidente Jorge Arreaza, aunque aclaró que el domingo los venezolanos podrán «ir a votar en tranquilidad».
Junto a los ministros del Interior, Néstor Reverol, y Defensa, Diego Molero, Arreaza presentó a los medios de comunicación unos 50 cargadores de armamentos confiscados a una empresa, caso por el cual fueron capturados tres personas.
Otra media docena de personas han sido detenidas por portar uniformes falsos de la Fuerza Armada venezolana o poseer explosivos C4, entre otras supuestas irregularidades, dijo Molero, advirtiendo que las medidas de seguridad «se han incrementado» en los últimos días.
El sábado pasado, Maduro denunció que los exembajadores estadounidenses Roger Noriega y Otto Reich junto a la «derecha salvadoreña» están detrás de una conspiración para asesinarlo y sabotear la red eléctrica del país, antes de las elecciones.
Semanas antes el también presidente interino anunció que el gobierno había desarticulado un plan, urdido también por estos dos exembajadores, para asesinar el candidato opositor, Henrique Capriles, y sembrar el caos en el país.
Según Arreaza los cargadores confiscados «tienen algún vínculo» con la denuncia sobre los salvadoreños.
«Si tuvieran el más mínimo indicio, ¿no creen que lo mostrarían?», se preguntó Aveledo, que aseguró que con estas informaciones el gobierno busca «meter miedo, galvanizar a los suyos, dar una dosis de ánimo a su propia gente, intimidar, alejar de las mesas de votación a la gente».
AFP