El Real Betis y el Sevilla FC han ofrecido un espectáculo futbolístico, con juego, emoción, nervios, la expulsión del chileno Gary Medel y, por supuesto, goles: 3-3 en el derbi sevillano de la Liga española.
Al final reparto de puntos en un partido trepidante en muchos momentos y que dejó un sabor «agridulce» en las dos hinchadas: la bética porque al final se ilusionó con la proeza y el Sevilla, porque vio dilapidada una renta de tres a cero.
El Sevilla, merced a la dirección de Iván Rakitic, fue muy superior al Betis y empleó las armas de los verdiblancos, el contragolpe para dejar el encuentro visto para sentencia en poco más de media hora.
Así, Rakitic, por dos veces, a los 7 y 19 minutos -en esta ocasión los béticos reclamaron fuera de juego- puso una losa en el ánimo de los verdiblancos, para poner un cero-dos que dejo «tocado» al equipo dirigido por Pepe Mel.
Antes del segundo gol, Negredo pudo marcar su primero, en un remate que llevó el esférico al poste derecho del marco de Adrian, tras tocar éste.
Luego, pasado el minuto 30, otra vez Rakitic propició el tercer tanto, ahora con asistencia para que Álvaro Negredo ampliara su cuenta goleadora -lleva ya dieciocho tantos- y pusiera un contundente cero-tres en el electrónico del Villamarín.
Ya en el ocaso del primer periodo Pabón aprovechó una indecisión de la zaga sevillista para batir por encima a Beto y llevar algo de ilusión a la hinchada verdiblanca.
En el segundo tiempo, un penal lanzado por Rubén Castro reanimó al Betis, que creyó en la remontada definitivamente tras la expulsión de Medel, que vio la roja por una agresión a Cañas.
El Sevilla, entonces, se atrincheró en su campo y cedió la iniciativa a un Betis que con el 2-3 empezó a merodear con asiduidad en área de Beto, aunque sin que sus incursiones llevaran el suficiente peligro como para alterar el marcador.