El estelar zurdo cubano llegó a 11 ponchados en 6.1 entradas de trabajo
Jornada especial el lunes en grandes ligas. El beisbol recordó uno de los hechos más importantes de su historia, el acceso de Jackie Robinson y su ejemplar actitud, que rompió la barrera racial en el pasatiempo nacional de Estados Unidos y marcó un hito de notable influencia en la lucha contra la segregación.
Con todos los peloteros luciendo un númerol 42 retirado desde 1997 (solo lo usa Mariano Rivera, pronto a cerrar su carrera) todos los parques evocaron al famoso segunda base de los Dodgers, los jóvenes conocieron su importancia histórica, su calidad deportiva y el coraje para enfrentar adversidades que le permitieron abrir un camino.
En medio de tanto espectáculo, difícil escoger un momento. Pero al final nos quedamos con el triunfo de los Rojos en Cincinnati, 4-2 sobre los Filis de Filadelfia, luego de un duelo grande entre dos ases del montículo, Cliff Lee y Bronson Arroyo, culminado con soberbio relevo de Aroldis Chapman.
Cero a cero se fajaron los dos abridores, que no terminarían el juego. Y las carreras decisivas surgieron en un rally que abrió, con infield hit, Derrick Robinson, cerrado con un incogible de Brandon Philliips con bases llenas que remolcó las dos carreras decisivas.
Después subió Chapman a la lomita. Para enfrentar, en el noveno inning, a buena parte de lo mejor de la ofensiva de Filadelfia, incluidos Jimmy Rollins y Larry Howard. «Duro y bajito», el zurdo cerró ponchando a ambos, luciendo su recta a 100 millas y completando 11 ponches en 6.1 lanzados en lo que va de campaña.
El cubano suma 7 salidas a la lomita frente a Los Angeles, Pittsburg y Filadelfia, habiendo recibido 3 hits, sin carreras y con pleno dominio de sus lanzamientos. Antenoche lanzó 9 strikes en 4 envíos y ahora suma 3 juegos salvados y 1 victoria, sin derrotas.
Armando Naranjo
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