“Recordaremos siempre que en nuestro primer día de clase (…) y a usted profesor Bajares le correspondió darnos unas palabras que quedaron grabadas en mi conciencia de periodista y de venezolano decía: ‘Para el periodista lo primero que debe existir es la ética, sin ella no podrá nuca existir el periodismo de conciencia y de honestidad…”
A pesar de lo mucho que aprendí de usted, querido profesor y amigo, hay noticias que como periodista no nos gusta reseñar, una de ella es el tener que despedirlo, ya que Nuestro Amado Señor lo mandó a llamar con el fin de que ocupe el sitial de honor que le corresponde en el cielo por haber tenido un ejemplar hijo, un modelo de esposo, un padre afectísimo y con gran apego a todos los integrantes de su núcleo familiar, un amigo de los amigos, un íntegro profesor amante de sus alumnos y de impartirle sabios conocimientos, un venezolano lleno de honestidad y gran amante de su patria y de los más altos principios de nuestra democracia, hechos demostrados en el ejercicio de las actividades que desarrolló en su vida y que reseñamos a continuación: Gobernador del estado Anzoátegui en dos oportunidades, Gobernador del Distrito Federal, Ministro de la Oficina Nacional de Información (OCI), Senador de la República y su actuación haciendo política en su muy amado Partido Demócrata Cristiano (COPEI).
Sus enseñanzas traspasaron los muros de la vieja casona de la esquina de Jesuita, lugar donde se encontraba ubicada nuestra común amada Universidad Católica Andrés Bello, además de su desempeño como uno de los mejores reporteros, de todos los tiempos, del Diario El Nacional. Como gremialista destacó en la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), y pilar fundamental para la creación del Colegio Nacional de Periodista (CNP), recordaremos siempre que en nuestro primer día de clase, una vez concluidas las palabras de bienvenida pronunciadas por el director de la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica Andrés Bello, el doctor y padre jesuita Alberto Ancizar Mendoza, le correspondió a usted profesor Bajares darnos la primera clase y sus primeras palabras han quedado grabadas en mi conciencia de periodista y de venezolano decía: “Para el periodista lo primero que debe existir es la ética, sin ella no podrá nuca existir el periodismo de conciencia y de honestidad…”. Creemos con honestidad que esas palabras encierran, en buena parte, su comportamiento con la vida y su actuación familiar y demuestra su capacidad intelectual de haber sido uno de los hombres más probos que hayamos conocido en nuestra vida, tanto profesional como familiar.
No crea, profesor Guillermo, que me es fácil encontrarme con la realidad de la muerte ante la gran pérdida que nuestra sociedad actual vive con su ausencia y me uno al dolor que hoy embarga a su queridísima esposa Berta Dávila de Álvarez, mi queridísima compañera de estudio, a sus hijas: María Eugenia, María Gabriela, María Fernanda y María Carolina Álvarez Dávila, a tus hijos políticos y demás familiares, con especial atención a mi compañero y gran amigo Rodolfo Álvarez Bajares.
Espero, que cuando Nuestro Amado Padre Celestial me llame a su compañía, encontrarlo dando clase a la Corte Celestial, a los ángeles y serafines y a todos lo que fuimos sus alumnos para poder volver a tener la dicha y el honor de buscar la forma de volver a convertirme en su alumno.
Guillermo Álvarez Bajares, Q.E.P.D. Amén
Salomón Benshimol R.
e-mail: sbenshimol@yahoo.com