REINO UNIDO. Aplausos y algunos silbidos despidieron ayer el féretro con los restos mortales de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher a su paso por las calles de Londres, divididos entre la admiración a su figura «inspiradora» y carteles que la instaban a «descansar en la vergüenza». «Esta mujer causó tanto sufrimiento que es esencial venir aquí y demostrar que nosotros lo recordamos», dijo a medios Chris Barbour, que definió el funeral con honores militares de Thatcher como «propaganda del Gobierno conservador» británico.
Barbour se encontraba en el último cruce antes de llegar a la catedral de San Pablo, última parada del cortejo fúnebre, que fue recibido de forma mayoritaria con un silencio respetuoso por miles de británicos a su paso por las calles de Londres. Público de todas las edades, razas y estatus social aguardó durante horas tras las vallas metálicas custodiadas por miles de policías para ver pasar el féretro con los restos de la única mujer que llegó a gobernar el Reino Unido (1979-1990) y recordar así su legado.
Algunos llegaron a recorrer más de 6.000 kilómetros para darle el último adiós, como la canadiense Margaret Kittle, de 79 años, que, vestida de azul, rindió homenaje al gusto de la ex primera ministra conservadora, «la más grande», por el color que impregnó su armario. En el último cruce antes de llegar al templo se repartieron folletos en los que se deformaba la cara de Thatcher, a la que se acusaba de «tóxica», mientras que en la acera contraria veteranos de la guerra de las Malvinas, vestidos con sus uniforme, presentaban sus respetos a su figura política.
Además de su herencia política, el coste del funeral también ocupó pancartas críticas con la factura de casi 12 millones de euros que ha valido la ceremonia, mientras algunos hablaban a gritos de «despilfarro de dinero» al paso de los restos de Thatcher.
«Creo que hizo un fantástico trabajo, también para mejorar el Reino Unido. Y, como se ha ido, vengo a mostrarle mis respetos en su último viaje»», dijo a Efe Joseph Afrane, enfundado en una chaqueta, gafas de sol y sombrero decorados con la «Union Jack», la bandera británica.
Hasta el recorrido oficial del cortejo también se acercaron numerosos turistas, que quedaron asombrados ante el despliegue y la pompa de la procesión, custodiada por soldados de los tres ejércitos, caballos y bandas de música.
Margaret Thatcher, la única mujer que ha sido primera ministra del Reino Unido y la persona que más tiempo ha ocupado ese cargo en el siglo XX, falleció el 8 de abril a los 87 años de un ataque cerebral, después de varios años apartada de la esfera publica por sufrir demencia senil.
Agencias