El gobierno japonés informó hoy que decidió comprar a sus propietarios privados varios islotes en disputa, pero China reaccionó de inmediato y advirtió a Tokio de «graves consecuencias» si sigue adelante con el plan.
Japón comprará los tres islotes deshabitados en el este del Mar de China a la familia japonesa que reconoce como propietaria, dijo el secretario de Gabinete Osamu Fujimura. Empero, China y Taiwán también reclaman la soberanía de los terrenos, un conjunto de islas llamadas en japonés Senkakusy y en chino Diaoyu. Fujimura dijo que la decisión de nacionalizar las islas refleja el deseo de Japón de crear «una situación estable y segura», y en ningún momento tiene la intención de incomodar a China.
El ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió con gran enojo y dijo que Beijing «no permanecerá inactivo al ver violada su integridad territorial». «China recomienda de la forma más contundente posible el cese inmediato de todas las medidas que puedan minar la soberanía territorial china y devolver la disputa a una solución negociada. Si Japón insiste en seguir su propio camino, será responsable de todas las severas consecuencias que sigan», dijo el ministerio en una declaración.
La estatal Televisión Central de China dijo que el ministro de Relaciones Exteriores Yang Jiechi convocó al embajador japonés en protesta contra el plan de compra. AP