El responsable nacional político de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, consideró que el delito de asociación para delinquir por el que fue imputado el dirigente G/B (r) Antonio Rivero, supone la antesala para la ilegalización de los partidos políticos en Venezuela, porque se les pretende aplicar la ley contra la delincuencia organizada para perseguir a quienes piensan distinto al gobierno. “Esto tiene que ser rechazado con todas nuestras fuerzas por todos los venezolanos y por todo el concierto de la comunidad internacional”, dijo.
Vecchio explicó que la legislación venezolana establece que el delito de asociación para delinquir exige que por lo menos tres personas estén involucradas en el hecho. No obstante, en el video mostrado por el ministro de interior y justicia, Miguel Rodríguez Torres, el dirigente nacional aparece sin acompañantes. “El juez le ha dicho, lo que pasa es que usted pertenece a un partido político y por pertenecer a un partido político, usted está asociado para delinquir”, amplió.
“Yo le quiero decir al gobierno, al juez y a toda Venezuela: Voluntad Popular y sus militantes están asociados por la paz de este país, asociados para defender la democracia, para defender los derechos de los venezolanos y para defender la Constitución. Esa es la asociación que de manera muy humilde, pero con profundas convicciones democráticas, hemos hecho todos los militantes de Voluntad Popular y de la cual nos sentimos orgullosos”, dijo Vecchio.
Recordó que Antonio Rivero se encuentra en huelga de hambre desde el momento de su aprehensión como medida de protesta y responsabilizó a los ministros de interior y justicia y de defensa, así como a Nicolás Maduro, de cualquier daño a su salud.
Asimismo, denunció que desde el 14 de abril se ha desatado un terrorismo de Estado por parte del gobierno, porque carece de legitimidad, dado que perdió las elecciones presidenciales, y además no tiene liderazgo. “Maduro lo que ha hecho es restar desde el 8 de diciembre, no le ha sumado nada a la revolución y ha dilapidado el capital político más importante que haya tenido la historia de este país, y su propia gente oficialista lo sabe y por eso dudan de si ganó las elecciones. Esa ausencia de liderazgo, de legitimidad, los lleva a una sola agenda que es la que hemos visto: persecución contra dirigentes políticos, diputados, empleados públicos y estudiantes. Es la misma persecución para callar a quien piensa distinto, para tapar lo que sucedió el 14 de abril y por el terror que tienen de abrir los cuadernos electorales”.