Durante las actividades conmemorativas por el Día Internacional de los Trabajadores, el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv), Víctor Márquez, aseveró este miércoles Primero de Mayo, que mientras en todo el mundo se levantan las banderas por el trabajo decente, la seguridad social y la libertad sindical, los trabajadores venezolanos viven tiempos difíciles, marcados por un modelo fracasado que desprecia y convierte en enemigo a quien piensa distinto a los gobernantes.
“El régimen económico y político que rige en el país desde hace 14 años, ha deteriorado del salario real de los trabajadores, desconocido las contrataciones colectivas y la libertad sindical. Además, ha dividido a los venezolanos, destruido empresas productivas y puestos de trabajo, pero también ha secuestrado las instituciones del Estado”.
Márquez aseveró que las reivindicaciones laborales no se mendigan, sino que se conquistan y defienden en luchas permanentes que deben librarse desde los sindicatos, gremios y asociaciones. Explicó que, este Primero de Mayo, los trabajadores venezolanos nuevamente exigen al Gobierno central un aumento general de sueldos y salarios, suficiente para garantizar una vida digna y con el que puedan cubrir las necesidades básicas propias y las de sus familias, además de la firma de las convenciones colectivas vencidas, el respeto a la libertad y la democracia sindical y el trato igualitario para todos los trabajadores del sector público.
“También exigimos el ticket de alimentación, el suministro de medicinas para pensionados y jubilados, pago inmediato de sus prestaciones sociales y demás beneficios derivados del salario. Igualmente reclamamos la aplicación de una política que proteja al transportista y su familia y el diseño de acciones que estimulen el emprendimiento y el fomento de la economía popular”.
Destacó que dentro de las medidas desacertadas del gobierno figuran las devaluaciones de la moneda, lo que ha contribuido al aumento de la inflación y por ende a la disminución del poder adquisitivo de los venezolanos.“La intolerancia, el autoritarismo y la incapacidad para resolver los problemas del país se han hecho más visibles en los días posteriores al 14 de abril de 2013, luego de quedar en evidencia el enorme rechazo de las mayorías nacionales a un modelo político y económico fracasado e inviable. Representantes del Gobierno central cegados por el fanatismo han atropellado y perseguido trabajadores que votaron por cambiar el rumbo del país en las recientes elecciones presidenciales”.
Márquez aseveró que el acoso y terrorismo laboral ha llegado al extremo de revisar teléfonos celulares, correos electrónicos y cuentas en las redes sociales. “A nuestros trabajadores se les chantajea, acusándolos de saboteadores y se les amenaza con botarlos del empleo y despojarlos del sustento familiar violando flagrantemente los artículos 19, 21, 89 y 145 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde se prohíbe la discriminación política e ideológica garantizándose la igualdad ante la ley. Lo que reclamamos es el reconocimiento del derecho que nos asiste a todos, de vivir en paz, de resolver las diferencias mediante el diálogo civilizado, con reglas de derecho compartidas, con jueces e instituciones autónomas e independientes”.
Asimismo, denunció la proliferación del sicariato y la criminalización de la protesta. Pidió el cese de la injerencia de gobiernos extranjeros en la vida política, social, económica y militar de Venezuela.