Una auditoría completa pondría fin a una situación tan lamentable que se vive hoy en nuestra patria, demuéstrenos que somos los demócratas los que nos equivocamos
Después de escuchar la absurda cadena de la señora Tibisay Lucena, la incertidumbre es mayor, no es solamente el candidato Henrique Capriles quien desea una auditoria de los votos emitidos en las pasadas elecciones del 14 de abril: usted, saltándose a la torera, la petición de la mitad o mucho más de la nación para que realizara una auditoría total y absoluta de ese empastelado proceso comicial, se saltará, entre otras cosa, la auditoria de los cuadernos electorales, los cuales son vitales para dejar claro quien de verdad es el Presidente de Venezuela.
Su negativa y su prepotencia ponen en tela de juicio no solo esté proceso electoral si no todos los otros eventos comiciales y además deja muy mal parado los votos que, se dicen, fueron emitidos por el PSUV en los comicios anteriores. Si de verdad no hubo trampa y el proceso es transparente ¿por qué tiene miedo de presentar esos cuadernos electorales para su auditoría? Se hace necesario recordarle a la directiva del Consejo Nacional Electoral que cuando se llevó a cabo el proceso de revocatorio al presiente Chávez, se auditaron todas las firmas que ahí se encontraban reflejadas y según esa revisión se argumentó que habían firmas planas y que se debía proceder a recolectar nuevamente esas rúbricas, ahora bien, cómo pretende usted que yo crea que Maduro Moros es el nuevo presidente de nuestra nación y mucho menos pretender que los miembros de la oposición democrática y los siete millones y pico que votamos por Henrique Capriles lo acepten como tal.
La verdad es que de no hacerse la auditoría como debe ser, el presidente designado Nicolás Maduro, siempre tendrá el estigma de no ser un presidente electo por el pueblo si no que fue escogido a dedo por Consejo Nacional Electoral.
Señora Lucena, usted proclama y pretende hacer creer que las elecciones que se realizan en Venezuela, por medios electrónicos, son las más claras y puras de todo el mundo entonces no debería tener miedo para realizar la auditoría como dijo Nicolás Maduro el mismo día de las elecciones ¿Cuál es el miedo? ¿O será que el temor sea suyo y se pueda descubrir un presunto engaño al pueblo venezolano en donde usted y un grupo de directivos del Consejo Nacional Electoral serían los únicos responsables?
Recuerde que la mentira tiene patas cortas y que tarde o tempranos se podrán revisar esas máquinas y los cuadernos, no importa el tiempo. No hay mejor trampa que jugar a decir la verdad, ella nos lleva a tener claro el destino de los hombres y mujeres, en el caso que nos atañe hablamos de la patria y de sus instituciones ¿Vale la pena poner en tela de juicio un proceso, que según usted, es absolutamente confiable? Una auditoría completa pondría fin a una situación tan lamentable que se vive hoy en nuestra patria, demuéstrenos que somos los demócratas los que nos equivocamos.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com