Durante un acto de desagravio a los diputados de la unidad, quienes fueron víctimas de violencia en la Asamblea Nacional, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, pidió a los parlamentarios demócratas retomar la agenda de las ideas.
“La Asamblea Nacional es la casa de la leyes, de las ideas de los debates y no un ring de boxeo. Vine no solo hacerme solidario con ustedes, sino frente a este pueblo, a pedirles que retomen la agenda de las leyes que son tan importantes para el pueblo, como la Ley de Misiones que fue engavetada, la del Primer Empleo, la Ley Desarme que anunciaron en campaña y como ya pasó se les olvidó. Vine a solicitarles que hagamos asambleas en las calles escuchando a nuestro pueblo y recogiendo firmas para promover leyes que son importantes para el pueblo y no para el grupito de enchufados”.
Aseguró que el Poder Legislativo no representa el sentimiento de cambio del pueblo. “No se han logrado los cambios porque las instituciones fueron tomadas para ponerlas al servicio de un partido apolítico. Ese no era el sueño de los venezolanos. Hoy el TSJ, el Ministerio Público, la Contraloría y el CNE, son un brazo ejecutor al servicio del Psuv. Todos vimos lo que pasó en la Asamblea Nacional. Quien apela a la violencia le tiene miedo al debate y a las ideas. Ellos creen que con la violencia nos van a poner de rodillas. Se los vuelvo a decir que solo nos arrodillaremos frente al pueblo y a Dios”.
Capriles pidió nuevamente a los venezolanos no pisar el peine de la violencia. “Nosotros somos pacíficos y demócratas, queremos que en este país se derrote la violencia. A nuestro pueblo le digo que la lucha por el cambio que todos soñamos continúa. Ya veremos qué haremos desde el punto de vista político, aunque está tomando mucha fuerza la idea de activar un referendo revocatorio a esos diputados que no representan a los venezolanos. Que dentro de esa agenda también forme parte adelantar las elecciones para tener una nueva Asamblea Nacional. Esto es una lucha de las ideas, incluso espiritual, entre lo divino y lo satánico”.
Recordó que su misión ha sido y será siempre ser un factor que facilite los procesos de cambio en el país. “Cuando fui electo presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de República en 1999, tuve muy clara mi función. Eran tiempos de mucha confrontación al igual que ahora y en ese momento le dije a nuestro pueblo que venía a cambiar el Palacio Legislativo para que estuviese al servicio del pueblo. Jamás le negué el derecho de palabra a nadie, fui y sigo siendo un factor del proceso de cambio, porque no creo en los privilegios”.