El cuerpo de Johnny Rojas, mototaxista de 22 años de edad, fue uno de los 59 que se registraron este fin de semana en la morgue de Bello Monte. La víctima murió cuando era trasladada hasta el hospital Militar, la madrugada del sábado, tras ser herido a tiros por un delincuente, en la esquina El Cuartel, cerca del Palacio de Miraflores.
El hecho de sangre que produjo en medio de una reunión familiar. Rojas estaba haciendo una parrilla con sus allegados en un terreno. Había mujeres y niños, pero el asesino, a quien vieron merodeando la zona desde temprano, esperó que fueran menos los testigos.
A las 2:00 de la madrugada, cuando el joven se quedó en el terreno con su esposa y una amiga de esta, el homicida se acercó y le disparó. El mototaxista, padre de una niña, murió camino al hospital. Dejó una hija y laboraba en una línea en el centro de Caracas.
En la lista de víctimas de la violencia, también se encontraba Víctor Diomaris González, de 58 años de edad. El hombre, trabajador de los cultivos organopónicos del complejo habitacional Ciudad Caribia, donde vivía, fue asesinado de dos disparos en la frente, cuando salió con su hijo de una iglesia católica donde se congregaba, en Nuevo Horizonte, Catia.
La víctima vivía en las obras de Ciudad Caribia, en la autopista Caracas-La Guaira, con sus tres hijos menores. El más pequeño, de 13 años de edad, lo acompañaba este domingo, cuando acudieron a la iglesia San Miguel Arcángel.
A su salida, fueron sorprendidos por una pareja de motorizados. El parrillero empuñó su arma de fuego contra González y le quitó la vida de dos disparos. Los asesinos huyeron sin llevarse las pertenencias del joven.
Leticia Rodríguez, cuñada del trabajador, dijo que la intención de los homicidas era robarlo y que al sitio llegaron funcionarios de la PNB que no hicieron nada por capturarlos, aunque lograron ver la motocicleta en la que huían, La familia exigió justicia.
AA