Los familiares de Héctor Gil González, de 33 años de edad, ultimado de dos disparos, uno en la cara y otro en la cabeza, este viernes en la esquina de La Marrón, en la avenida Urdaneta, narraron ayer en la morgue como ocurrieron los hechos en los que perdió la vida a manos de la delincuencia.
Contaron que Gil era conocido cariñosamente como “Papelón” porque se ganaba la vida vendiendo la bebida en los alrededores de donde fue asesinado. Vivía en el edificio invadido “Nueva Toma” desde diciembre pasado, ya que quería obtener una residencia adjudicada por el gobierno.
Su mujer, se quedaba en Caricuao, en la vivienda de ambos con sus seis hijos, cinco eran solo de ella pero él los había criado. De hecho, uno de estos se quedaba con su padrastro en la invasión.
Dijeron que desconocen que pudo haber ocurrido para que fuera sesinado. Salió de la invasión a las 9:30 de la noche y apenas caminó unos metros, luego le dispararon. El hombre vivía en el piso 6 del edificio y normalmente cuando salía en la noche no lo hacía después de las 7:00. Ahora exigen que se haga justicia. No creen que haya sido por un robo, debido a que no portaba ni dinero ni teléfono celular porque no usaba.
Este es el cuarto asesinato que se registra en torno a las invasiones que se encuentran en la esquina de la Marrón, en el centro de Caracas en lo que va de año.
AA