El presidente de la República, Nicolás Maduro, llamó el jueves a consolidar la «alianza estratégica» con Brasil, al cerrar en Brasilia una gira por los países del Mercosur, bloque que presidirá a partir de junio.
Maduro eligió a sus aliados del Mercosur para su primer viaje internacional como mandatario, en medio de los cuestionamientos en su país por el estrecho resultado de las elecciones de abril. «Venimos a ratificar con Brasil nuestra alianza estratégica», dijo Maduro en declaraciones a la prensa oficial de su país, poco antes de reunirse con la presidenta Dilma Rousseff en el palacio de Planalto.
Maduro también recordó que «Venezuela asume la presidencia pro tempore del Mercosur el 28 de junio» y anunció que su gobierno ya ha preparado una propuesta de agenda que fue llevada a «consulta» a la presidenta Rousseff. «Vamos a un proceso de consolidación del Mercosur», dijo Maduro, y también que sus pares de Uruguay, José Mujica y de Argentina, Cristina Kirchner, se mostraron «optimistas» para «los cambios que necesita el Mercosur».
Venezuela se convirtió en miembro pleno del Mercosur en 2012. El bloque deberá decidir próximamente la reintegración de Paraguay a su seno tras las elecciones de abril pasado, luego de que su Senado fue el unico que había objetado la entrada venezolana al bloque.
La presidenta brasileña recibió a Maduro a las puertas del palacio presidencial, donde también se congregó un pequeñísimo grupo opositor que portaba una pancarta con la leyenda «Maduro presidente ilegítimo», al que se sumó otro del Movimiento de los Sin Tierra, tradicionales aliados del fallecido presidente Hugo Chávez y favorables a su sucesor.
Esta es la primera gira de Maduro tras ganar las elecciones el 14 de abril por un estrecho margen de 1,49% de los votos y cuyo resultado fue impugnado por la oposición. La victoria fue respaldada por sus vecinos suramericanos.
El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, criticó el jueves a Brasil por dar su apoyo sin condicionamientos a Maduro, en una entrevista concedida al diario español El País. «Pareciera una política atada a la economía y no a los principios», dijo Capriles, al reclamar que «en Brasil hay instituciones sólidas para que pudieran respaldar» la auditoría electoral que reclamó en su país.
Maduro inició su gira el martes en Uruguay y siguió el miércoles en Argentina, donde se reunió con los respectivos mandatarios.
«Con este viaje -a los países del Mercosur que lo han respaldado-, Maduro busca legitimar su situación, muy cuestionada en su país, no solo por el ajustado resultado electoral -cuestionado por la oposición- sino también por la situación económica y la seguridad pública, que son problemas muy graves», afirmó a la AFP el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia, Eduardo Viola.
Para el analista, a pesar de su histórico apoyo, la afinidad de los partidos en el poder y los intereses económicos, el objetivo de Brasil es «intentar que triunfe una tendencia más moderada en el gobierno venezolano, para evitar una situación que podría crear una inestabilidad en la región».
Brasil y Venezuela mantienen una muy lucrativa relación económica. El comercio bilateral alcanzó un récord de 6.052 millones de dólares en 2012, con un histórico superávit para los brasileños de 4.059 millones. Este año sin embargo, las exportaciones brasileñas a Venezuela cayeron 16% y las compras a Venezuela 12,8%, según datos oficiales del primer trimestre del año.
Las inversiones de empresas brasileñas en Venezuela se estiman en 20.000 millones de dólares. Uno de los temas de interés de Maduro en Brasil es la cooperación para aumentar la producción de alimentos y de la agroindustria en Venezuela, una de las grandes carencias del país.
Maduro tenía previsto reunirse con el popular expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, que lo apoyó en las elecciones, y participar en un acto con estudiantes y representantes de organizaciones sociales en la Universidad de Brasilia, ambos a puerta cerrada según informaron a la AFP sus respectivos portavoces.