Rafael Guevara, arquitecto experto en sistema eléctrico y miembro del equipo de Gremios de Voluntad Popular, aseguró que el ministro para la energía eléctrica, Jesse Chacón, miente al país al anunciar que en 100 días estabilizará el sistema, porque solucionar este problema implica la ampliación de las plantas generadoras existentes, la construcción de plantas nuevas e implementación de planes de mantenimiento periódicos en los sistemas de transmisión y distribución, lo cual requiere de un tiempo mínimo de 5 años.
“Si tomamos en cuenta que para solucionar el problema se necesitan instalar unos 10.800 MW en los próximos 5 años, es decir, 2.160 MW por año, y que tal capacidad de generación anual equivale a la construcción de una planta similar a Tacoa, y que además si una planta de esta capacidad toma un tiempo de construcción de al menos 3 años, ¿cómo va a hacer el ministro para instalar en 100 días 1.000 MW?”, preguntó Guevara.
Explicó que en 2004, la Cámara Venezolana de la Industria Eléctrica (Caveinel), organización que dejó de existir al ser estatizado el sector eléctrico, proyectó para el año 2012 un aumento en la demanda que llegaría a 140.279 GWh (Giga Vatios hora). Teniendo en cuenta que en aquella época se aplicaban los planes de mantenimiento y se realizaban trabajos de ampliación, se requería instalar 10.800 MW (Mega Vatios) para llegar a tal cifra. Sin embargo, debido a las malas políticas gerenciales y administrativas, esta cifra ha aumentado exponencialmente, observándose una importante disminución de la capacidad instalada de aproximadamente 21.000 MW a 7.000 MW de capacidad operativa, que son los que sirven en la actualidad para suplir la creciente demanda poblacional.
“A esto hay que agregar otros errores gerenciales, como el congelamiento, desde el año 2005, de las tarifas de cobro por el servicio, lo que trajo como consecuencia la disminución de los ingresos de la empresa, lo que implicó a su vez el subsidio del estado para cubrir las necesidades sobre mantenimiento y ampliación del sistema, así como los salarios de los trabajadores. Cabe destacar que estos gastos no han sido cubiertos eficientemente, debido a la mala administración de los recursos provenientes de dichos subsidios”.
Guevara agregó que la sustitución de bombillos incandescentes por fluorescentes en las viviendas de los venezolanos, así como la instalación de algunas plantas generadoras con equipos de segunda o de mala calidad, son solo “pañitos de agua tibia” para tratar de solucionar un problema “muy grave”, cuyo origen de raíz está basado exclusivamente en fallas de tipo gerencial y administrativo, las cuales podrían traer “consecuencias catastróficas” para el país, ya que si el deterioro del sistema continua al ritmo actual, se podría suceder el colapso general del sistema eléctrico nacional.