Los muchachos acudieron a un matinée en el sector Peñas Negras de Araguita IV, donde se originó un percance que no dejó consecuencias inmediatas, posteriormente los muchachos fueron sacados de la fiesta bajo engaño para matarlos
Eran estudiantes del octavo grado de la Unidad Educativa Mercedes Rasco de la población de Ocumare del Tuy, los dos jovencitos asesinados la tarde del pasado jueves, en el sector Peñas Negras de Araguita IV del municipio Tomás Lander. De este doble crimen se sindica a dos peligrosos antisociales apodados “Satanás” y “Joan”.
Los adolescentes identificados por los organismos de seguridad como Yeiker Enrique Betancourt de 14 años de edad, quien vivía con sus padres en la urbanización Santa Rosa Plaza 3, torre 4 y Jonathan Rosnery Monroy Dugarte de 15 años de edad. Éste residía en el sector La Capilla de Coromoto de Las Tres Letras en La Cabrera de Ocumare del Tuy.
Las averiguaciones de los cuerpos de seguridad de la zona indican que estos dos muchachos, quienes eran compañeros de clases, salieron de sus casas con la excusa que irían al parque Ferial Generalísimo Francisco de Miranda, para practicar saltos mortales, que era el deporte extremo que ejecutaba Betancourt y el cual enseñaba a su compañero Dugarte.
Posteriormente los dos jovencitos aceptaron la invitación de otros compañeros de clase para ir a un matinée, que se realizaría en el sector Peñas Negras de Ocumare del Tuy. En la fiesta juvenil, al parecer se originó un percance por un teléfono celular, que no dejó consecuencias inmediatas.
Luego de compartir por un rato, los adolescentes fueron invitados bajo engaño a buscar mango verde y en medio de su inocencia aceptaron ir. Una vez en la zona boscosa, los dos muchachos fueron asesinados, al parecer por dos peligrosos antisociales apodados “Satanás” y “Joan”, quienes sin miramiento alguno los mataron. Uno de los bolsos de los estudiantes estaba lleno de mangos.
No creo en la justicia venezolana
Familiares de Yeiker Enrique Betancourt de 14 años de edad, se mostraron sorprendidos por la muerte del jovencito, pues no sabían que se encontraba en esa zona. “El pidió permiso para ir al Parque de Ocumare a practicar salto mortal con su amigo”, apuntó la atribulada madre.
Manifestó que su hijo no conocía la zona, pues llevaban solo un año viviendo en Santa Rosa Plaza, provenientes de El Junquito. Era el mayor de tres hermanos e integraba un equipo de salto mortal en Caracas, con el cual practicaba los sábados en el Parque del Este de Caracas.
“Era el mejor de su grupo. Detestaba los vicios. Era temeroso y no peleaba. No se qué hacía en ese lugar. Le llegó su hora y solo Jehová tiene el control, porque no existe la justicia venezolana para mi hijo”, dijo en medio del llanto la madre del adolescente.
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