La venta del canal de televisión privado Globovisión, durante años única pantalla abierta a la oposición, genera incertidumbre sobre el rumbo editorial que tomará la televisora, que busca mejorar su relación con el gobierno mientras la oposición la llama a mantenerse abierta a todas las corrientes.
La venta de Globovisión fue cerrada el lunes por sus principales propietarios, la familia Zuloaga, en abierto conflicto con el gobierno, al mismo tiempo que se anunció un viraje editorial hacia el «centro» y unas horas después se conoció el sorpresivo rechazo de Vladimir Villegas, un respetado periodista opositor, a la dirección del canal.
«La renuncia de Villegas aumenta los niveles de incertidumbre, preocupa que no haya podido llegar a un acuerdo (con los nuevos propietarios) incluso antes de sentarse en la silla de director», comentó a la AFP Carlos Correa, director de la organización defensora de la libertad de expresión Espacio Público.
Los nuevos propietarios, ajenos a los medios de comunicación, son Raúl Gorrín, Gustavo Perdomo y Juan Domingo Cordero. Este último, principal accionista de Seguros La Vitalicia y quien presidió la Bolsa de Valores de Caracas de 1989 a 1993, asumirá la presidencia del canal.
Al exponer los motivos de su abandono, el periodista disidente y a la vez ex funcionario chavista y hermano del actual ministro de Información, Ernesto Villegas, subrayó a la emisora Unión Radio que hubo «diferencias» con la dirección que no pudo aceptar.
«El periodismo con el que sueño es libre, autónomo», añadió Villegas, quien hubiese compartido la dirección con Leopoldo Castillo, uno de los rostros emblemáticos de Globovisión por su programa «Aló ciudadano».
Castillo por su parte ha anunciado que sólo ocupará el cargo tres meses si su salud se lo permite, sin dar más detalles. Correa describe a Villegas como un periodista con una «trayectoria sensata», por lo que no descarta que los motivos de su renuncia tengan que ver «con que le dijeron si puede o no trasmitir determinadas ruedas de prensa».
El director de Espacio Público se refirió al hecho de que Globovisión es el único canal que transmite en directo las actividades de Henrique Capriles, candidato de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), que fue derrotado por una diferencia de 1,49% de los votos por el presidente Nicolás Maduro en la controvertida elección del 14 de abril.
En la oposición reina la expectativa sobre los cambios en la pantalla de Globovisión y José Ramón Medina, uno de los líderes de la MUD, le da el «beneficio de la duda» a los nuevos propietarios y directivos. «Esperemos ver qué significa ese cambio editorial; cuando hablan de centro espero que no sea hacia el centro del partido en el poder o del gobierno, sino el centro del espectro político», dijo Medina a la AFP.
Dentro del canal, que emplea a unas 500 personas, los trabajadores han vivido sumidos en la confusión desde que se anunció el proceso de venta, en marzo pasado, y la noticia de la renuncia de Villegas acentuó las dudas.
«Tememos que renunció porque le estaban imponiendo alguna línea complaciente con el gobierno, a lo que Villegas se negó por ser un periodista crítico del gobierno. Ahora tememos que Leopoldo Castillo siga el mismo camino», dijo a la AFP un empleado del área de noticias del canal que pidió no ser identificado.
Castillo es visto dentro de Globovisión como una garantía de estabilidad y orden, pero el lunes fue el encargado de adelantar el cambio gradual de línea editorial hacia el centro. «La Globovisión que conocimos, la Globovisión que vivimos en los últimos 12 años, no es la Globovisión que vamos a vivir. Yo quiero poner las cosas claras, lo demás es engaño», dijo Castillo.
Sergio Dahbar, periodista que dirigió el opositor diario El Nacional de 2000 a 2006, se muestra escéptico en torno al rumbo de Globovisión y sostiene que detrás de su venta está «el gobierno y la familia Chávez», que buscan «bajarle el tono» a la línea editorial crítica.
«Esto es sólo una transición. Después de un tiempo, veremos a otros directivos, la verdadera cara de lo que va a quedar: un canal que tiene como audiencia a una sociedad que no está con Maduro pero no quiere ser un medio incómodo con el gobierno. Y lo más grave es que no habrá manera de informarle al país cosas que otros no informan», dijo Dahbar a la AFP.
Dahbar recuerda además que en 2015 vence la concesión de Globovisión, y que de mantener una línea crítica corre el riesgo de sufrir el mismo destino que RCTV, el popular canal desaparecido en mayo de 2007 luego de que el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013) le negara una nueva concesión.
Desde entonces, Globovisión ha sido el único canal en televisión abierta crítico con el gobierno, quien dispone de una red de medios oficiales, además de las cadenas de transmisión obligatoria por todas las radios y televisoras.
AFP