La nueva información publicada en la revista Anesthesiology surge de cientos de miles de casos que analizó un equipo de investigadores del Hospital para Cirugías Especiales de la Ciudad de Nueva York y de la Escuela Weill de Medicina de la Cornell University
NUEVA YORK. Un estudio retrospectivo sobre pacientes tratados con una artroplastia de rodilla y cadera mostró que se alcanzaron mejores resultados perioperativos con anestesia espinal o epidural que con anestesia general.
Desde hace años se debate sobre qué técnica de anestesia es mejor. Las artroplastias de cadera y rodilla son las más frecuentes, de modo que se necesita información basada en la evidencia sobre el uso de la anestesia, pero los estudios aleatorizados son difíciles de realizar porque las complicaciones posquirúrgicas son muy poco frecuentes.
La nueva información publicada en la revista Anesthesiology surge de cientos de miles de casos que analizó un equipo de investigadores del Hospital para Cirugías Especiales de la Ciudad de Nueva York y de la Escuela Weill de Medicina de la Cornell University.
El autor principal, doctor Stavros G. Memtsoudis, dijo: «Mientras que la anestesia neuroaxial para las artroplastias de rodilla y cadera en nuestro hospital es una práctica estandarizada, en muchas otras instituciones no ocurre lo mismo».
El equipo analizó los registros de Premier Perspective, Inc., que maneja una base de datos administrativa con información de pacientes de unos 400 hospitales, principalmente no universitarios y urbanos.
En 382.236 de los 528.495 registros reunidos en cuatro años figuraba el tipo de anestesia utilizada para realizar la artroplastia de cadera y rodilla: en el 11,1 por ciento de los casos se había utilizado anestesia neuroaxial, mientras que en el 74,8 por ciento se había recurrido a la anestesia general y en el 14,2 por ciento a la combinación de ambas.
La mortalidad a 30 días era baja con los tres tipos de anestesia, pero fue significativamente menor con la anestesia neuroaxial y la combinada, comparado con la anestesia general pura (respectivamente, un 0,10; un 0,10 y un 0,18 por ciento).
Excluidas las complicaciones cardíacas y gastrointestinales, que tuvieron una frecuencia similar en los tres grupos, el resto de los resultados adversos (embolia pulmonar, insuficiencia respiratoria, neumonía, ACV, infecciones, insuficiencia renal agua y transfusiones) fueron significativamente más comunes tras la anestesia general.
Como todos los estudios retrospectivos, éste tiene algunas limitaciones, como la falta de información sobre posibles reinternaciones y las complicaciones causadas por la anestesia.
Aun así, Memtsoudis consideró que «uno de los principales beneficios de utilizar grandes bases de datos es poder estudiar los resultados de baja incidencia que, de otra manera, no se podrían evaluar en estudios prospectivos».
Señaló que la incidencia de la embolia pulmonar después de estos procedimientos casi desapareció con los años, lo que colisiona con la gran cantidad de estudios publicados y los esfuerzos realizados para tratarla y prevenirla.
Mientras que las diferencias parecen relativamente pequeñas, los efectos observados en este estudio fueron «similares o mayores que los alcanzados con muchos fármacos utilizados para prevenir las complicaciones en el período perioperativo, como las estatinas para evitar los trastornos cardíacos».
El doctor Nabil M. Elkassabany, profesor asistente de anestesiología y cuidados críticos de Penn, opinó que el estudio «refuerza la noción de que la anestesia regional es la mejor opción para la artroplastia primaria de una articulación completa».
Comentó que en su institución, la relación es un 30 por ciento de anestesia espinal y un 70 por ciento de anestesia general. «Estamos evaluando nuestro trabajo y estamos educando al personal para que todos participen», agregó.
«Un 90 por ciento de los pacientes del Hospital para Cirugías Especiales recibió anestesia neuroaxial», precisó Memtsoudis.
Sostuvo que «los próximos estudios deberían indagar los posibles factores que causan confusión y que no registran las bases de datos». Y agregó: «Tenemos que comprobar que el uso de la anestesia neuroaxial no es apenas un marcador secundario de mejor atención, lo que explicaría algunos de los resultados».
• Fuente: Anesthesiology, 2013