«En las próximas horas debemos tener respuesta sobre la admisión del recurso», declaró Capriles, quien insistió en que si el máximo tribunal desestima el recurso llevará el caso «ante instancias internacionales».
El gobernador del estado de Miranda, que no reconoce el estrecho margen de victoria -de 1,49 puntos porcentuales- que el Consejo Nacional Electoral (CNE) le atribuyó a su rival en los comicios, el chavista Nicolás Maduro, afirmó además de que «ya debería haberse dado una respuesta sobre la admisión» de los dos recursos que interpuso, «uno sobre el proceso completo y otro que va al detalle, a más de 5.000 mesas» electorales en las que según él hubo incidencias.
Según Capriles, en caso de que sea admitido el proceso «debería durar tres o cuatro meses, si se respetan los lapsos que establece la ley».
En caso de que no sea admitido, se dirigirá «a todas las instancias internacionales donde se pueda llevar» el caso, entre ellas el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, de cuya Corte el gobierno venezolano decidió retirarse en septiembre pasado, pero cuya salida se hará efectiva en el plazo de un año.
«Ahora la papa caliente está del lado del gobierno que es quien tiene una crisis de ilegitimidad», agregó en una sala de su comando de campaña en Caracas el líder opositor, que impugnó las elecciones después de que el CNE decidiera hacer una auditoría que él considera «una farsa».
«Si se hace la auditoría (debidamente), se cae la elección, por eso no la hace», explica Capriles, de 40 años, abogado de formación y con una dilatada experiencia política.
En total, el líder opositor que en las presidenciales del 7 de octubre había perdido contra el fallecido Hugo Chávez por más de 1,6 millones de votos, cuestiona ahora «unos dos millones de votos».
AFP
«En las próximas horas debemos tener respuesta sobre la admisión del recurso», declaró Capriles, quien insistió en que si el máximo tribunal desestima el recurso llevará el caso «ante instancias internacionales».
El gobernador del estado de Miranda, que no reconoce el estrecho margen de victoria -de 1,49 puntos porcentuales- que el Consejo Nacional Electoral (CNE) le atribuyó a su rival en los comicios, el chavista Nicolás Maduro, afirmó además de que «ya debería haberse dado una respuesta sobre la admisión» de los dos recursos que interpuso, «uno sobre el proceso completo y otro que va al detalle, a más de 5.000 mesas» electorales en las que según él hubo incidencias.
Según Capriles, en caso de que sea admitido el proceso «debería durar tres o cuatro meses, si se respetan los lapsos que establece la ley».
En caso de que no sea admitido, se dirigirá «a todas las instancias internacionales donde se pueda llevar» el caso, entre ellas el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, de cuya Corte el gobierno venezolano decidió retirarse en septiembre pasado, pero cuya salida se hará efectiva en el plazo de un año.
«Ahora la papa caliente está del lado del gobierno que es quien tiene una crisis de ilegitimidad», agregó en una sala de su comando de campaña en Caracas el líder opositor, que impugnó las elecciones después de que el CNE decidiera hacer una auditoría que él considera «una farsa».
«Si se hace la auditoría (debidamente), se cae la elección, por eso no la hace», explica Capriles, de 40 años, abogado de formación y con una dilatada experiencia política.
En total, el líder opositor que en las presidenciales del 7 de octubre había perdido contra el fallecido Hugo Chávez por más de 1,6 millones de votos, cuestiona ahora «unos dos millones de votos».
AFP