Miami Heat y Memphis Grizzlies están en las finales de conferencia de la NBA. Con un balance de 4 juegos por 1 que responde a la claridad con que mostraron ser superiores ante rivales que, como Chicago Bulls y Oklahoma Thunder, no pudieron compensar importantes ausencias.
En forma alguna quiere decir que con Hinrich y Deng en los Bulls, y Westbrook en los Thunder, los resultados habrían sido diferentes. Eso queda solamente para supuestos solo útiles a la hora de especular, si bien no hay dudas de que la oposición habría sido mayor, pudiéndose prolongar más la series.
Lo cierto es que, por encima del bajón experimentado en el primer juego, los Heat mostraron los atributos que le llevaron a encabezar cómodamente la clasificación del Este. Es notable su aprovechamiento de los errores, que capitalizan con gran velocidad y visión, no pocas veces producto de férrea defensa y sentido de anticipación para interrumpir la ofensiva rival y lanzarse al contragolpe.
Pero además, ya no es solo el virtuosismo de LeBron James y Dwyane Wade, o la eficiencia de Chris Bosh. Los internos Haslem y Andersen hacen el trabajo, como Chalmers y Cole a la hora del manejo y la anotación. Con tres bazas de puntería como Allen, Battier y Miller, idóneos para romper defensas que se concentren sobre la pintura o sobre el lado fuerte para impedir los desplazamientos de la pareja estelar.
A lo anterior vale agregar una agresiva defensa, que suele mostrar sus mejores facetas en la segunda mitad, todo girando alrededor de James, líder indiscutible con la imagen que deja, continuamente, el que lidere al quinteto en puntos, reboes y asistencias. Como antenoche, cuando dejó 23 7 y 8, mientras Wade lograba 18. Pero, vale anotar, decisivos fueron también un par de cestas de Cole y un triple de Battier para culminar, junto a tres dobles de Wade, un repunte que, en los últimos 6 minutos, borró ventaja de 11 lograda por unos Bulls desgastados para el remate
Chicago, luego del bochorno del lunes, cayó con honores. Dando la pelea y escapándosele el tiempo extra porque Robinson y Butler fallar intentos de triple en los segundos postreros. Bosh fue la gran figura con 26 puntos y 14 rebotes, 20 de aquellos en la primera mitad. Llegó lejos el equipo, con excesivos minutos para varios de los abridores, sin una conducción regular ni un tirador consistente. Precisamente lo que representaban los dos lesionados.
En Oklahoma los Thunder lucharon y hasta con un repunte que les lleva casi a igualar el marcador. Su astro, Kevin Durant, falló el último tiro luego de desmarcarse bien, a buena distancia, pero en general se desgastó en exceso durante la serie, con demasiada carga sobre sus hombros. Metió 21, pero acertó apenas 5 de 21 tiros.
Memphis fue mucho más sólido. La fuerza de Randolph y Gasol en la pintura, la conducción de Conley, encabezaron una ofensiva a la cual se agregó Tony Allen, base de una excelente defensa. El cuadro de buen manejo, de fuerza en los tableros y disciplina táctica para manejar las posesiones que se vio en la ronda regular, salió a flote de nuevo en la serie y en su primera incursión a una final de conferencia será duro de batir. Equilibra bien las dos fases del juego y ganó con plena solvencia, liquidando en casa ajena.
Randolph tuvo una noche inmensa, traducida en 28 puntos y 14 rebotes, manteniendo en jaque a una defensa que no pudo controlar su estatura y sus movimientos en el poste bajo. Contaron, asimismo, los 11 de Marc Gasol -una cesta para el puntillazo, con excelente media distancia- otros tantos de Conley y de Allen.
Armando Naranjo
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AP / Wilfredo Lee